CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, ha lanzado un mensaje institucional en el que se dirige a los vecinos y vecinas de Castelló pidiendo colaboración para el cumplimiento de las restricciones sanitarias derivadas de la covid-19, que se ven reforzadas a partir de hoy con el cierre perimetral de la ciudad decretado por la Generalitat para los fines de semana y días festivos.
"La ciudad de Castelló está atravesando un momento crítico a causa de la pandemia. Tenemos niveles de contagio muy elevados que nos obligan a adoptar una vez más medidas extraordinarias para contener la propagación del virus y reducir la presión asistencial en hospitales y centros de salud", ha asegurado Marco. "Este fin de semana comienza el cierre perimetral del municipio y esto significa que desde las tres de la tarde del viernes y hasta las seis de la mañana del lunes no se puede entrar ni salir de la ciudad sin causa justificada", ha recordado la alcaldesa.
En este sentido, y para velar por el cumplimiento de esta norma, Marco ha recordado que desde el Ayuntamiento "reforzaremos los controles policiales en los accesos de Castelló de manera coordinada entre la Policía Local y el resto de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado". "Debemos limitar al máximo la movilidad y los contactos sociales", ha insistido Marco. En este sentido, desde el Ayuntamiento se mantiene el llamamiento al autoconfinamiento en la medida de lo posible, con el fin de proteger la salud de toda la ciudadanía y muy especialmente de las personas más vulnerables a la enfermedad.
La alcaldesa, además, ha agradecido de nuevo, en nombre del Ayuntamiento de Castelló, "la responsabilidad y la comprensión que la sociedad castellonense, en su inmensa mayoría, ha demostrado ante una situación tan excepcional como la que estamos viviendo desde hace meses”. “Solo con esfuerzo individual y colectivo podremos hacer frente a esta pandemia y doblegar una vez más la curva de contagios. Castelló logrará superar esta tercera ola con la colaboración de todos y todas", ha resaltado la alcaldesa.
Marco ha mantenido este viernes una reunión con el área de Seguridad Pública y Emergencias para supervisar el dispositivo de control que se activará desde este viernes y durante el fin de semana para velar por el cumplimiento del cierre perimetral del término municipal de Castelló. En la reunión, a la que también ha asistido el concejal del área, David Donate, y el comisario de la Policía Local, Miguel Domingo Palomo, se ha perfilado el dispositivo que se desplegará desde las 15 horas de este viernes en coordinación con la Policía Nacional para amplificar las zonas de cobertura.
Así, se ubicarán controles en los principales accesos y vías secundarias de entrada y salida a Castelló. En concreto, se instalarán puntos de control en la carretera de Borriol, en la Ronda Norte con la CV-149, en la avenida Castell Vell (antigua N-340), en la avenida Ferrandis Salvador con camí La Ratlla, y en el camino Serradal con La Ratlla. Además, habrá otros puntos de control a determinar según necesidades y se reforzarán los turnos para una mayor presencia policial en las franjas horarias en las que se prevé una mayor movilidad.
El concejal de Seguridad Pública y Emergencias, David Donate, ha apuntado que habrá especial incidencia en zonas como los accesos a Benicàssim y el Desert de les Palmes. En este sentido, se ha establecido también un dispositivo de coordinación con la Policía Local de Benicàssim para extremar la vigilancia y evitar desplazamientos a segundas residencias.
Las sanciones por infringir el cierre perimetral, que estará en vigor desde las 15 horas de este viernes hasta las 6.00 horas del próximo lunes, se sitúan entre 300 y 60.000 euros. La entrada y salida del término municipal queda restringida durante este periodo con excepción de aquellos desplazamientos adecuadamente justificados (las mismas excepciones que las previstas en el decreto que restringe la entrada y salida de la Comunitat Valenciana).
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara