CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, propone aparcar las diferencias políticas en el Ayuntamiento para ir todos de la mano frente al coronavirus. Al abrigo del artículo 83 del Reglamento Orgánico del Pleno y sus Comisiones, que permite a un concejal "someter a la consideración" de la corporación "una moción por razones de urgencia", anuncia una iniciativa en los mismos términos que la aprobada en la Diputación Provincial este martes para otorgar a la Junta de Portavoces mayor poder y crear una Mesa de Diálogo.
La primera munícipe se hace así eco del sentir de los seis grupos municipales, que apelan a la unidad para remar en una misma dirección contra el Covid-19. Así quedó constatado en la sesión extraordinaria de este miércoles, primera de carácter telemático en la historia del consistorio, en la que los portavoces de los distintos partidos insistieron en la necesidad de rebajar el discurso belicoso y establecer alianzas que comporten acuerdos de consenso.
En este nuevo escenario político, Marco plantea la constitución de un foro de encuentro, que canalice y materialice todas las medidas de emergencia social y económica desde la correspondencia institucional.
La moción, formalizada este mismo miércoles, se tratará en la sesión ordinaria del día 30, en la que además se abordarán otras 11, así como tres declaraciones institucionales, siempre que en este último caso se llegue a un entente.
Del mismo modo, se producirán las comparecencias de los concejales de Hacienda, Seguridad Ciudadana y Bienestar Social, David Donate, Omar Braina y José Luis López, respectivamente, para dar cuenta de las acciones desarrolladas hasta ahora desde sus departamentos como consecuencia de la crisis sanitaria.
El escrito que apadrina la alcaldesa supone un compromiso tanto para el Acord de Fadrell, integrado por el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, como para la oposición (PP, Ciudadanos y Vox). De alguna forma, establece unos compromisos para compartir aciertos y errores en la gestión de la emergencia. La doble vía de lealtad conlleva la obligación del equipo de gobierno de "escuchar soluciones e ideas" que se planteen desde la oposición y ésta, como contrapartida, debe mostrar su adhesión a cuantas acciones emanen de la planificación del tripartito.
Nunca antes se había puesto encima de la mesa un pacto político de tal calado, pero tampoco el Ayuntamiento de Castelló, ni ninguna otra administración pública, se había enfrentado a un futuro económico tan incierto como el que se avecina tras el día después del coronavirus.