Maset de Frater reforma las instalaciones del centro de día y de la residencia

CASTELLÓ. Las instalaciones del Maset de Frater están siendo remodeladas para responder a las nuevas necesidades de las personas de la residencia y el centro de día.  Se han iniciado las obras que afectan a zonas comunes, gimnasio, talleres y baños adyacentes adaptando estos espacios a las personas que utilizan estos servicios, que presentan una situación de grave discapacidad.

Según apuntan desde Maset de Frater, la edad media de las personas atendidas supera los 51 años, con un grado de discapacidad superior al 85%. El aumento de la esperanza de vida en la población general y el de las personas con discapacidad en particular, implica que personas con graves limitaciones (físicas, sensoriales, comunicativas) que les han acompañado durante toda su vida, ahora se encuentran agravadas por la involución propia de la edad con la aparición de nuevos condicionantes que afectarán a su autonomía. 

Estas reformas, cofinanciadas por la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, a través de la convocatoria de ayudas dirigidas a la realización de programas de interés social con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en la Comunitat Valenciana , se enmarcan dentro de un proyecto más ambicioso y continuista que desde hace años introduce constantemente nuevas propuestas de intervención a través de actividades muy diversas.

"Estamos convencidos de que toda persona, por muy afectadas que se encuentren sus capacidades físicas o cognitivas, siempre conserva un mínimo espacio para percibir el entorno más inmediato y directo y establecer alguna comunicación con él por pequeña que sea, así que estamos trabajando en la implementación de un enfoque global que nos permita acercarnos a la experiencia vital de las personas gravemente discapacitadas que atendemos sea cual sea su nivel de afectación", explica José María Marín, del Equipo de Dirección de Frater.  

Este enfoque implica intervenir en todos los niveles de atención a la persona desde el espacio físico, la dinámica de funcionamiento del centro, el ambiente relacional y el trabajo  de profesionales que desarrollan su labor, así como  a lo largo de todas las actividades diarias y durante todo el ciclo de vida de la persona. "Ante este nuevo reto necesitamos adaptar nuestras infraestructuras. Adaptando y reformando algunos espacios que nos van a permitir dar respuesta a estas nuevas necesidades detectadas", asegura Marín.

En las zonas comunes, la intervención se realiza en la zona del gimnasio y  talleres y en los baños adyacentes. En el gimnasio se está trabajando para tener una zona específica de estimulación y contar con una zona mayor para la realización de sesiones grupales o individuales donde las dos profesionales puedan trabajar de forma cómoda.  En el taller de cerámica la ampliación permitiría trasladar los hornos  a este espacio aislándolos del resto de la estancia, ofreciendo la ventilación y el espacio necesario y poder recuperar una sala para que las personas usuarias puedan utilizar la misma para el trabajo con la cerámica descongestionando el otro taller y permitiendo el acceso a las sesiones de más personas. Por otra parte, en la zona de baños se mejorará y se habilitará un espacio adecuado para la ubicación de algunos servicios como es el caso de la peluquería, podología o estética.