VALÈNCIA. El enfrentamiento en Compromís por la elección del expresidente de Les Corts, Enric Morera, como senador territorial depara nuevos escenarios de posibles disputas internas si no se logra reconducir una situación que hoy por hoy (lo que no quiere decir mañana) parece descontrolada. El principal será la posible entrada en el Gobierno central.
La coalición escenificó este jueves su división en la votación de Morera. Cuatro diputados, los de Iniciativa y Paula Espinosa, de Els Verds –los primeros liderados en el Parlamento autonómico por la que fuera vicepresidenta de la Generalitat Aitana Mas–, no marcaron la casilla de la propuesta de su grupo en gesto de protesta. La votación fue en blanco, aunque no tiene ningún efecto más allá del simbólico. Aun así, se trata de la primera vez que ocurre algo así en el seno del grupo, y tiene lugar al inicio de la legislatura.
El enfrentamiento venía de varios días atrás. Como ha venido informando Valencia Plaza, Més Compromís (antiguo Bloc y partido mayoritario dentro de la coalición) propuso –como era su intención desde el principio– a Morera en lugar de a Carles Mulet, quien ha estado en la Cámara Baja desde 2015, como senador territorial. Este último pertenece a Iniciativa, el partido de Mónica Oltra.
El movimiento sentó muy mal en esta última formación, que sostiene que se incumplió un acuerdo interno y calificó de "extrema gravedad" los hechos acaecidos por "romper la confianza". Anunció, así, que rechazaría participar en los órganos de Compromís "mientras no se reconsidere esta posición". Ésta, como era de prever, no se ha reconsiderado y la situación acabó con amenaza de ruptura en la coalición.
Cada parte alude a un argumento. Desde Iniciativa creen que lo ocurrido responde a una "ofensiva" general por parte de Més para "apropiarse" de Compromís. "Están convirtiendo a Compromís en el 'Hacendado' del Bloc", dicen. Además, consideran que Més ha querido dar a Morera un "premio de consolación" tras apartarlo ellos mismos de las listas electorales.
Por su parte, éstos últimos niegan que ningún partido estuviera "incumpliendo ningún acuerdo" con la designación de Morera y lamentaron "una reacción unilateral desproporcionada" por parte de Iniciativa. De hecho, aseguran que estaban dispuestos a sentarse a consensuar un nombre pero Aitana Mas no acudió a la reunión convocada para este asunto.
La situación permanece tensa, aunque nadie aboga por una ruptura real. Este jueves, el grupo celebró una reunión en la que nadie planteó esa posibilidad, aunque sí hubo recriminaciones. De acuerdo con fuentes de la coalición, Mas expresó que se siente cuestionada como portavoz adjunta. A lo que alguno de sus compañeros de bancada le replicó su desacuerdo con el hecho de que registrara, sin informar a nadie, a Carles Mulet como propuesta del grupo para el Senado antes de que Joan Baldoví –quien tiene la potestad real para hacerlo– lo hiciera con el nombre de Morera. La exvicepresidenta de la Generalitat indicó que se sentía en la obligación de pelear hasta el final esa postura dentro de su propio partido.
Hay quien piensa que los enfrentamientos no acabarán aquí. Ahora mismo, por ejemplo, quedan pendientes los nombramientos de los asesores en el grupo, lo que podría provocar nuevos choques por los equilibrios de puestos en una coalición que ahora mismo se encuentra en la oposición (es decir, con pocos recursos económicos, escasos lugares que repartir y menor visibilidad).
Pero el debate que le seguirá probablemente después será el mollar. La secretaria general de Més (antiguo Bloc) y cabeza de lista al Congreso, Àgueda Micó, afirmó en una desayuno electoral con Valencia Plaza que Compromís no se planteaba asumir responsabilidades en un hipotético Ejecutivo de izquierdas. Pero lo cierto es que ya piensa en ello, tal como ha publicado Levante-EMV y admiten distintas fuentes consultadas.
Si Pedro Sánchez lograra conformar Gobierno, la coalición aspira a una secretaría de Estado, organismo público o algo similar que tuviera que ver con las reivindicaciones valencianas: financiación, infraestructuras o agua. Por el momento, no tienen en mente nada concreto, aunque lo que agradaría serían este tipo de competencias.
Las negociaciones sobre esa posibilidad se producirán con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, durante los próximos meses, de cara a la investidura de Sánchez si consigue los apoyos necesarios y toda esta historia acaba en un nuevo Ejecutivo de coalición. En el caso de que de él formara parte Compromís, vendría el siguiente debate interno: quién ocuparía ese caramelito (el cargo institucional más importante que pueden tener).
Y este es el motivo por el que hay quien entiende que Iniciativa está preparando el terreno con su estrategia respecto a la elección de Morera. El partido, que ahora se siente agraviado, luchará por ese puesto en el Gobierno. Y Més anticipa que se muestra proclive a consensuarlo si las aguas vuelven a su cauce a la interna. Habrá que verlo.