EL INTERIOR DE LAS COSAS / OPINIÓN

Mujeres campeonas

21/08/2023 - 

CASTELLÓ. España hace historia al ganar su primer Mundial Femenino. Es uno de los muchos titulares que se han escrito tras la victoria gloriosa de un equipo de mujeres. Ha sido maravilloso verlas jugar, verlas llorar, emocionarse, verlas reivindicándose como mujeres. Ha sido espectacular. En este país no están acostumbrados a estas hazañas femeninas. De hecho, no hace nada, este genial equipo tenía un escaso eco. De hecho, unos cuantos comentaristas deportivos han destilado un machismo insoportable, sin saber narrar en lenguaje inclusivo y perspectiva de género. De hecho, los “grandes” periódicos deportivos, abrían sus portadas, el pasado sábado, con fotografías a toda página del entrenador de la Selección femenina de fútbol. Inadmisible. Y no pienso nombrarle. Ellas no eran protagonistas. 

Las mujeres somos poderosas, somos otra historia. Estas jóvenes no eran ‘nadie’ hace meses, pocos medios de comunicación hablaban de ellas, a pesar de acumular reconocimientos y premios mundiales. Estas mujeres se han dejado la piel desde hace muchos muchos años por competir en un mundo de hombres, de salarios masculinos brutales e injustos, de patrocinios machistas, de medios patriarcales que no las han promovido ni respetado.

Es grandioso que, ahora, sean visibilizabas frente a un excesivo tiempo ignominioso. Lo han sido por ser, ayer, la gran roja del fútbol femenino. No sé si será igualmente homenajeadas los próximos meses. No sé si tendrán los mismos ingresos económicos que la selección masculina que, por cierto, ha acudido a varios mundiales y no ha vuelto a tener el título desde hace trece años. Ojalá tengan los mismos honores que los hombres de este deporte macho. Pero, no creo. 

Esta victoria mundial pone, de nuevo, sobre la mesa otro de los ejemplos vergonzosos de las grandes discriminaciones que sufren las mujeres por ser mujeres. A pesar de que los políticos y una sociedad machista se estén volcando y compitiendo con mensajes en las redes sociales, apoyando, en esta ocasión a nuestras campeonas, no deja de ser indigno que antes no defendieran a este enorme equipo de mujeres, que no dedicaran recursos ni medios para potenciar la práctica del fútbol femenino.

 

Con esta tremenda victoria hay que gritar, respetar, dotar de recursos, y apoyar a las mujeres. ¿Saben cuántas niñas están vibrando ante este Mundial?. ¿Saben cuántas niñas han querido ser futbolistas y no lo han conseguido?. ¿Saben cuántas niñas siguen soñando con ser futbolistas?. Esta victoria ha visibilizado a miles y miles de niñas y jóvenes, han estimulados todos sus sueños. En este país eran niñas frustradas.

Ayer Morella se despertó perezosa, mucho. El sábado se celebró el Día de Les Quintes, de quienes se reúnen cada mes de agosto para brindar por un nuevo año. Mi quinta es muy especial. No hemos superado, afortunadamente, la línea que nos separa de ser jóvenes, gamberras y gamberros. Somos hijas e hijos del año sesenta, aquellos tiempos que nos marcaron. Vivimos plenamente una transición necesaria. Explosionamos con el rock, con varias movidas, con las notas que iban a cambiarnos la vida. Y seguimos siendo tremendamente revolucionarios. Una maravilla más de la vida morellana. 

Hoy arranca una de las mejores semanas morellanas de este año sexenal. El domingo 27 de agosto nos entregamos plenamente a la celebración de L’Anunci que anuncia la llegada de un nuevo Sexenni el próximo año. Hace seis años viví uno de los mejores Anuncis de mi vida, desde aquel en el que, vestidos de pitufas y pitufos diluvió y acabamos descoloridos. Hace seis acs viví un Anunci explosivo, amoroso, con dos hijos que bailaban en la felicidad con sus parejas, las madres de mis nietos, con mis amigas y amigos radiantes de emociones. Cada seis años renovamos demasiados  recuerdos, sentimientos. Todos los sentimientos. L’Anunci significa una especie de catarsis que debemos experimentar quienes nos hemos anclado en este océano de montañas en el que emerge la silueta de Morella, uno de los más bellos skyline del mundo, como bien describiera el añorado Manuel Vázquez Montalbán.


Esta semana es muy especial. Morella y sus habitantes se vuelcan en ultimar las decenas de carrozas que van a desfilar el próximo domingo, realizadas con mucha imaginación y con horas y horas de elaborar el papel rizado que imprime el carácter de estas fiestas. Para mis tres nietos es su primer Anunci. Para mí es el primer Anunci con ellos. Mis tres pequeños van a desfilar, van a gozar con la multitud, con lo infinitos sonidos de la música, las charangas, la algarabía tan deseada… van a terminar exhaustos con la inmensa lluvia de confeti, con la inundación de las calles de estos pequeños y redondos papelitos de colores. Mis tres nietos vivirán lo mismo que mis dos hijos cuando eran así de pequeños. Y yo viviré con ellos la retirada, el descanso, de tanta felicidad. Viviré con ellos una nueva catarsis, esta experiencia morellana que nos libra de lo malo, lo triste, lo doloroso. De seis en seis años.

Porque, en Morella, la vida anímica se cuenta de seis en seis años, nacemos, renacemos, vivimos y nos vamos. Porque en cada uno de estos ciclos sexenales celebramos la vida de nuevos habitantes, residentes por siempre en nuestros corazones, nuestros niños y niñas, y lloramos, enormemente, a quienes nos han dejado durante este periodo vital. Y, además, en Morella, el transcurrir de seis en seis años recupera, afortunadamente, el protagonismo  artesanal y anímico de las mujeres, el auténtico pálpito morellano.