CASTELLÓ. La planta hotelera de Castellón ha visto frenado este verano su crecimiento en ocupación respecto a la primera mitad del año. De julio a septiembre ha registrado resultados similares a los mismos meses de 2024 pero tirando más a la baja, y ha roto una tendencia positiva que venía protagonizando desde el año pasado, según el último balance del Instituto Nacional de Estadística (INE). ¿La razón, si la llegada de turistas no ha decaído? El sector apunta claramente al impacto de las viviendas turísticas. Luis Martí, vicepresidente de Ashotur, afirma que se debe a la competencia de un fenómeno que en los últimos tiempos ha irrumpido con fuerza en la provincia.
Javier Gallego, presidente del Club de Producto Introducing Castelló, señala que viene advirtiendo desde hace tiempo del “descontrol” en las viviendas turísticas y su posible impacto en los hoteles, campings, casas rurales y apartamentos. “Ahora viene más gente, pero utiliza menos los recursos turísticos reglados”, afirma Gallego, que achaca sobre todo a este segmento la ralentización en viajeros y pernoctaciones en hoteles.
Según la estadística del INE de alojamientos hoteleros, la cifra de pernoctaciones en estos establecimientos de Castellón de julio a septiembre se redujo un 0,6%, mientras que en viajeros la caída fue del 1,1%. En visitantes nacionales la cifra subió un 1%, mientras que en extranjeros disminuyó un 1,5%.
Así, los hoteles de Castellón sumaron en los tres meses de verano 1,7 millones de pernoctaciones y 494.008 viajeros. El turista nacional volvió a acaparar el grueso, con 1,4 millones en el primer caso y 406.431 en el segundo, mientras que el internacional apenas supuso 254.624 noches y 86.746 visitantes.
El Club de Producto y la patronal Ashotur insisten en reclamar el cumplimiento de la normativa sobre viviendas turísticas. “Las viviendas turísticas son una modalidad más de alojamiento y hay que respetarla, pero, como el resto de la oferta, debe ser legal, con normas claras y razonables”, afirma Luis Martí, vicepresidente de Ashotur. Mientras, Javier Gallego considera que los ayuntamientos, como administración competente, deben hacer cumplir la legalidad mediante el control e inspección para garantizar que esta oferta cumpla los requisitos que marca la normativa. Además, advierte de que esta tipología causa masificación en los destinos turísticos.
Este fenómeno también ha reducido las estancias en casas rurales y apartamentos, según los informes del INE.
Expansión en 117 de 136 municipios
Cabe tener en cuenta que la vivienda turística ya se ha extendido por 117 de los 136 municipios de Castellón. Oropesa, Peñíscola y Alcalà de Xivert -las localidades más turísticas- concentran el 62% del total de viviendas turísticas (8.194), mientras que otras poblaciones destacadas son Vinaròs (974), Benicàssim (965) y Castelló de la Plana (603).
En un año, se ha duplicado la cifra en la provincia. Al respecto, el Consell impulsa un Registro de Turismo de la Comunitat Valenciana a fin de mejorar la regularización de estos pisos turísticos, al tiempo que el Ministerio de Consumo obliga a las plataformas a retirar los pisos ilegales.
