Muchas fábricas optan por detener hornos ante la bajada de pedidos

Otro verano difícil: la caída de la demanda aboca al azulejo a alargar los paros de mantenimiento 

17/07/2023 - 

CASTELLÓ. La industria azulejera afronta otro verano complicado. La caída de la demanda está forzando al sector a alargar los habituales paros productivos que las fábricas llevan a cabo en agosto para el mantenimiento de los hornos. 

Tradicionalmente, agosto (y en menor medida la época navideña) ha sido el período del año en el que las fábricas azulejeras detienen hornos coincidiendo con las vacaciones de la plantilla, algo que se aprovecha para realizar a fondo las tareas de mantenimiento. Sin embargo, este será el segundo verano consecutivo en el que el sector del azulejo se ve obligado a ampliar el período de los paros para intentar hacer frente a la complicada situación que atraviesa, y eso que en la mayoría de los casos la inversión en nueva maquinaria y reparaciones va a ser la estrictamente necesaria.

Segundo verano consecutivo 'complicado'

No en vano, el verano anterior la prolongación de las paradas productivas se produjo como respuesta a los desorbitados precios del gas natural que se experimentaron tras la invasión rusa de Ucrania. Y es que el precio de la energía no dejó de escalar hasta tocar techo precisamente en el mes de agosto de 2022, cuando se llegaron a alcanzar los 300 euros MW/hora. Las pasadas navidades, el sector también optó por prolongar los paros.

Ahora, el precio del gas se ha moderado respecto al verano pasado. Sin embargo, la industria cerámica se está viendo sumida en una crisis de demanda que de nuevo fuerza a las fábricas a detener la producción durante más tiempo ante la falta de pedidos. "Hay empresas que en julio ya han parado, muchas otras que lo harán en septiembre y en agosto el paro va a ser generalizado", señala una fuente del sector. Mientras tanto, las compañías de maquinaria cerámica que prestan servicios de mantenimiento están a la espera de la solicitud de estos. 

Los sindicatos también se muestran preocupados ante esta coyuntura. "Hay empresas que nunca han parado en agosto que este año sí que lo están planteando y esto es un síntoma claro de la situación del sector", alerta el secretario general de UGT FICA Comarques de Castelló, Antonio Durán, que también confirma que la mayoría de empresas que sí suelen realizar estos paros de forma habitual, este año los prolongarán.

El sector lleva meses alertando de que la escalada del precio del gas en primer término podía desembocar en una caída de la demanda, algo que ahora se está demostrando. Y es que mes tras mes los indicadores apuntan hacia la misma dirección. Las exportaciones de azulejos cayeron más de un 30% en abril y el Índice de Producción Industrial y el consumo de gas industrial también han experimentado notables descensos en los últimos meses. De hecho, la producción de azulejo ya cae más de un 15% de media en lo que va de año respecto al año pasado.

El segundo trimestre no ha sido como otros años

En este sentido el gerente de Ceracasa, Carlos Cabrera, confirma que se está viviendo "una ralentización importante de pedidos". Algo en lo que también coincide el director general de Realonda, David Fernández-Valladares, quien señala que la demanda se ha resentido respecto a los dos años anteriores. Y eso que históricamente el segundo trimestre ha sido el período con mayor afluencia de pedidos para el sector, algo que este año "no está ocurriendo", advierten los empresarios.

El director general de Realonda apunta que ante la caída de demanda "adaptaremos la producción a esa demanda utilizando las vacaciones" y aunque reconoce que es "difícil" hacer previsiones, afirma que "hay que tener mucha flexibilidad y en función de la evolución de las ventas y los pedidos haremos lo que sea necesario". No obstante, segura que lo harán "continuando con un buen servicio y manteniendo los stocks bajo control".

La industria azulejera advierte de que, más allá de la preocupante evolución de la exportación, se está observando un descenso de la demanda nacional. Y en los mercados exteriores más sensibles al precio como el norte de África, se está perdiendo cuota con la entrada de competidores indios. 

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