CASTELLÓ. Las naves industriales adosadas que ocupó la empresa Azulejos Plaza hasta su liquidación en 2019, junto a la carretera de circunvalación de l'Alcora, serán derribadas y el solar resultante, de 19.401 metros cuadrados, será troceado en tres manzanas. El Grupo Pamesa, que se hizo con la compañía en la operación en que adquirió el grupo Azuliber, está a punto de culminar la venta de uno de esos solares al Ayuntamiento para la construcción de la residencia de la tercera edad, tal y como confirma el alcalde, Samuel Falomir, quien ya anunció la medida.
Es la salida que ultima el primer edil socialista tras fracasar la negociación para comprar la antigua fábrica Sanchis, primera opción que barajó para emplazar el centro geriátrico. La intención municipal es ceder esa parcela a la Generalitat para que sea ella quien construya la residencia.
En la segunda manzana está grafiada la construcción de un hotel. Lo más probable es que el Grupo Pamesa negocie la venta del solar y su edificabilidad a algún grupo hotelero que pueda estar interesado. A su vez, en la tercera manzana que se obtendrá del solar está prevista la construcción de un supermercado. Lo más probable es que la operación se firme una vez el Ayuntamiento apruebe la operación urbanística.
Eso sucederá en el pleno municipal que se celebrará este jueves. En él, el consistorio someterá a votación la aprobación de la modificación puntual número 60 del PGOU, que sustenta el derribo de las antiguas naves de Azulejos Plaza y la posterior ampliación de usos de ese suelo industrial 4B de la Partida Vinyals.
La reordenación del solar industrial situado en el extremo sur del casco urbano de l’Alcora incluirá cuatro viales interiores para dar servicio a ese nuevo espacio y a las industrias del entorno, como las empresas Ecominerales, Esarmex, Nova Línea, Bestile, Emigres y Mayolica Azulejos, todas ellas relacionadas con el sector cerámico. Las obras de urbanización costarán 1.041.797 euros que serán sufragados por el Grupo Pamesa como propietario del suelo.
El derribo de las antiguas naves de Azulejos Plaza será otro paso más en la gestión urbanística municipal de los últimos años en el extremo sur de la localidad, donde se ha intentado amortiguar el evidente impacto visual entre las últimas viviendas del casco urbano y la zona industrial anexa.
Con ese mismo objetivo, también en ese extremo de la malla urbana, el consistorio tramita un microplán para eliminar la barrera física existente entre las viviendas situadas en el lado norte del parque Guitarrista Tárrega y las naves industriales del lado sur, como informó recientemente este periódico.
También en materia urbanística, el consistorio tramita la desafectación del tramo de camino público que atraviesa la granja de la empresa Avícola Sichar y la divide en dos. El Ayuntamiento pretende que ese trozo de camino pase a ser propiedad de la firma ganadera y desviar el trazado por fuera de las instalaciones para que los empleados no tengan que cruzar el vial continuamente, con el evidente riesgo de sufrir algún atropello.
Actualmente, Avícola Sichar está inmersa en los trámites para ampliar la explotación ganadera de gallinas reproductoras. El proyecto que logró la Declaración de Impacto Ambiental de la Generalitat cifraba el tope del nuevo recinto en 29.017 cabezas mientras la solicitud de licencia ambiental presentada ahora al Ayuntamiento de l'Alcora habla de 38.000 aves.