CASTELLÓ. Pescados Fabregat S.A. podría tener una nueva oportunidad para continuar su actividad. La histórica compañía del Grau de Castelló solicitó el concurso voluntario de acreedores el pasado 12 de octubre ante la imposibilidad de hacer frente a su deuda, que asciende a los cerca de 60 millones de euros. Pese a lo elevado de la deuda, tanto desde la dirección de la empresa como desde la administración concursal aseguran que la prioridad es la venta a un comprador que asegure el mantenimiento de los puestos de trabajo "al máximo número de empleados posible". De hecho, fuentes de la dirección de Pesfasa aseguran que existen al menos seis o siete interesados entre los que se encontrarían empresas competidoras y también fondos de inversión. Desde la compañía esperan que se consiga llegar a una solución "ágil y rápida, que permita mantener los puestos de trabajo en Castellón y que, a su vez, la situación a la que se ha llegado con los acreedores se pueda solventar de la mejor manera posible". Además, apuntan a que esta venta podría producirse "en unos meses".
Por el momento, sus casi 70 empleados siguen atendiendo los pedidos que llegan a la compañía aunque algunos de ellos se encuentran de permiso retribuido. "Hemos seguido trabajando a un ritmo similar al de años anteriores", asegura uno de los empleados. De hecho, desde la dirección afirman que vista "la evolución actual de la actividad, gracias a la confianza de clientes, proveedores y trabajadores, se espera que en los próximos meses se recupere el ritmo normal de producción".
Aunque en un primer momento Pesfasa comunicó a los empleados que no disponía de liquidez para asumir las nóminas del mes de noviembre, tras la entrada de la administración concursal se ha comenzado a esclarecer el futuro de la compañía. "Nos han garantizado el cobro de las nóminas en un plazo de al menos tres o cuatro meses", explica a Castellón Plaza uno de los empleados. "Desde la entrada del administrador por lo menos tenemos la certidumbre de que vamos a cobrar estos meses", señala un trabajador.
La administración concursal habría anunciado a los trabajadores que, aunque la venta de la unidad productiva es la opción prioritaria, en el caso de que no se consiga una oferta de compra satisfactoria en el plazo aproximado de unos cuatro meses, se procedería a la liquidación de la compañía. Según ha podido saber este diario, la renegociación de la deuda sería una vía complicada para Pesfasa debido a que gran parte de esa deuda corresponde a préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO). En el caso de que la empresa vaya a liquidación, no contará como activo con las naves industriales donde se desarrolla la actividad, ya que dicho local pertenece a la empresa Pesfasa Patrimonial, que también se encuentra en concurso de acreedores.
Esta empresa familiar, radicada en el Camí Vell de la Mar nº182, cuenta con unas instalaciones de más de 8.000 m2 y se ha consolidado en el sector del procesado, congelación, conservación y comercialización de productos del mar. El negocio de Pesfasa se centra sobre todo en el cefalópodo: pulpo, calamar, tentáculo de potón del Pacífico (rejo) y sepia.
En sus últimas cuentas depositadas (las de 2019) la firma del Grau facturó 57,6 millones de euros con unos beneficios netos de unos 900.000 euros. En 2018 su facturación alcanzó los 73,5 millones, una cifra similar obtuvo en 2017. Dados estos números algunos de los trabajadores consideran "sorprendente" que se haya alcanzado esta situación en tan solo 3 años. Sin embargo, fuentes de la compañía señalan que "la situación financiera de la empresa se vio agravada el pasado 10 de octubre con el triste fallecimiento repentino del consejero delegado, gerente y CEO de la sociedad, Don Emilio Fabregat Beltrán, quién controlaba gran parte de la actividad comercial y productiva".
Pese a lo complicado de la situación que atraviesa la empresa, parece que en los próximos meses se conocerá el futuro de esta compañía con gran arraigo en el Grau de Castelló y con una historia casi centenaria.