MURCIA. Los expertos en técnicas de supervivencia coinciden en afirmar que los frutos secos y, especialmente, los pistachos, son el alimento imprescindible en situaciones de mínimos. Pues, en estas circunstancias se requiere de alimentos que nos aporten energía y en ningún caso, nos retiren el agua del organismo. Por ello, los frutos secos y la fruta deshidratada necesitan del mínimo consumo de agua para poderlos digerir.
Es muy importante tener en cuenta que el pistacho es el único fruto seco que aporta la proteína completa de origen vegetal. Según los resultados del estudio realizado por el Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Illinois (Estados Unidos), un solo pistacho contiene los nueve aminoácidos esenciales por lo que puede considerarse una proteína completa; y, no solo eso, sino que, además, destaca por su calidad.
Además, la investigación indica que la proteína del pistacho, tanto en estado crudo como tostado, es de mejor calidad que la de otras proteínas vegetales como la de los cereales, las semillas y la mayoría de legumbres como, por ejemplo, las alubias y los guisantes.
¿Te comerías un huevo crudo? Si no es así, ten en cuenta que 49 pistachos proporcionan tanta proteína como un huevo y más del 10% de las proteínas diarias. También aportan los nueve aminoácidos esenciales y fitonutrientes importantes para apoyar la función inmunológica, con una importante presencia de arginina, leucina y, en menor medida, de triptófano y metionina.
La arginina permite perder grasa y aumentar la masa muscular; y se caracteriza por fortalecer el sistema inmunitario, por su efecto estimulante y vasodilatador, así como por mejorar el suministro de nutrientes a las células musculares y el rendimiento. Mientras que la leucina es el aminoácido esencial para sintetizar las proteínas.
Otra ventaja del pistacho en situaciones límite es que es el único alimento con proteína completa vegetal que puede tomarse crudo. No requiere de cocción, tiene un gran sabor, grasas saludables y, además, es una fuente de fibra. Así, una ración diaria de 49 pistachos aporta más del 10% de fibra diario y posee propiedades prebióticas que ayudan a aumentar las bacterias probióticas beneficiosas. Los prebióticos son fibras que protegen el organismo de las infecciones y regulan el sistema inmunológico de la mucosa en el tracto digestivo.
Los estudios también demuestran que las personas que consumen un puñado de frutos secos llegan a tener el 30% menos de posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, diabetes, respiratorias y cáncer. La ración de pistachos diaria recomendada es de 28 gramos, lo que equivale a unas 49 unidades; y es una excelente fuente de energía, sobre todo de cobre, necesario para la producción de anticuerpos y la actividad fagocitaria, esencial para mantener la función normal del sistema inmunológico.
Los pistachos son una buena fuente de vitamina B6 y B1. La deficiencia de vitamina B altera la producción de anticuerpos y la capacidad de las células inmunes para combatir las infecciones; así como una fuente natural de gamma-tocoferol, una de las principales formas de vitamina E, un potente antioxidante que atrapa y neutraliza los radicales libres dañinos, limitando la inflamación y el daño tisular asociado a las respuestas inmunológicas para una recuperación más rápida; a la vez que reduce la inflamación de las vías respiratorias. Además, aportan minerales (potasio, cobre, magnesio, zinc, selenio y hierro, entre otros); fitonutrientes (polifenoles y carotenoides, luteína y zeaxantina); y, fitoesteroles.
Es el fruto seco con más betacarotenos, muy por delante de las nueces pacanas, los piñones, las avellanas