VALÈNCIA. Este domingo 28 de mayo tendrán lugar las elecciones autonómicas y locales en la Comunitat Valenciana y en otras regiones de España. Los comicios son la gran cita para todas las formaciones políticas: el momento en el que se presentan al examen de la ciudadanía y donde se decide, no sólo si podrán continuar o poner en marcha sus propuestas, sino también el futuro inmediato de todos los representantes políticos en liza. Aunque en ocasiones hay grises, estas elecciones valencianas se caracterizan por una lucha a cara o cruz entre el bloque progresista y el conservador, aunque según cada fuerza política, pueden observarse matices. Valencia Plaza analiza cómo llega cada formación al encuentro con las urnas y cuáles serán los posibles escenarios en función del resultado.
En el caso de la coalición Podem-EU liderada por Héctor Illueca y Rosa Pérez, el 28M se presenta como un encuentro decisivo del que solo pueden salir dos resultados: ser llave o caer en la irrelevancia. Y no hay matices que valgan.
Los sondeos no muestran un escenario favorable para la coalición, que se encuentra en la cuerda floja y podría no llegar a superar la barrera electoral. Un contexto por el que sus dirigentes han tratado de poner toda la carne el asador para retener la que se considera como una de las plazas más simbólicas para el partido.
Bajo este prisma de echar el resto para que la cita sea mida como un éxito y no un fracaso, este viernes cerrará la campaña el que fuera su líder estatal y mayor tirón electoral, Pablo Iglesias. Su visita busca sumar un buen puñado de votos que permita a los morados salvar los muebles. También el apoyo expreso de Yolanda Díaz este miércoles en Alicante al candidato a la Generalitat, Illueca, busca tener el mismo efecto.
En caso de superar el listón del 5% (que el tripartito trató de rebajar al 3% para garantizar su supervivencia), los morados serían llave de gobierno, por lo que el Botànic podría revalidar la Generalitat por otros cuatro años. Un escenario al que las tres fuerzas del bloque de izquierdas aspiran, conocedores de las ajustadas mayorías que reflejan todos los sondeos publicados hasta la fecha, donde la Generalitat se decidiría por un escaño.
De lo contrario, si la confluencia de Podem y Esquerra Unida no lograse aglutinar los suficientes apoyos para lograr representación en Les Corts Valencianes, las posibilidades de que PSPV y Compromís pudieran gobernar de nuevo serían remotas. Pero además, el partido de Héctor Illueca acabaría por caer en la irrelevancia: el hecho de quedarse fuera del Parlamento durante una legislatura junto a la tendencia a la baja que viven desde 2019, acabaría siendo el desenlace de una crónica de una muerte anunciada difícil de remontar de cara a futuros comicios.