CASTELLÓ. La confluencia Unides Podem-EUPV se refugia en el Acord de Fadrell para neutralizar los posibles efectos de la disolución de Castelló en Moviment (CSeM), tercer pilar de la convergencia con la que los partidos concurrieron en los comicios del 26M, obteniendo dos concejales en el Ayuntamiento de la capital de la Plana.
El compás de espera sobre el futuro de los ediles Fernando Navarro y María Jesús Garrido se mantendrá hasta finales de octubre, cuando la agrupación de electores comunicará a la alcaldesa, Amparo Marco, y a la secretaria del pleno, Concepción Juan, la desaparición de la formación asamblearia mediante la presentación de un escrito por registro.
Mientras tanto, los regidores seguirán desempeñando sus funciones con normalidad, dentro del equipo de gobierno. Tampoco habrá cambios a corto plazo sobre la nomenclatura del grupo municipal. Los responsables de ambos partidos trabajarán internamente para acordar un nuevo nombre, aunque dependerá de lo que ocurra una vez CSeM notifique oficialmente su baja, con documentación que acredite el cierre de las cuentas bancarias, la eliminación del NIF y personalidad jurídica ante la delegación de Hacienda y la evanescencia como partido político en el Ministerio del Interior.
Todo ese proceso, según fuentes de Castelló en Moviment, obligará a consumir las próximas semanas. Es decir, la mentada secretaria del pleno dispondrá de un mes de un plazo, aproximadamente, para redactar un informe sobre las consecuencias de la disolución de Unides Podem-CSeM-EUPV como confluencia.
El enunciado del artículo 28 del Reglamento Orgánico del Pleno y Comisiones, focalizado en el concepto "Grupo Mixto", resulta un tanto confuso. La parte que habla de "aquellos concejales que hubieran concurrido a las elecciones municipales en formaciones que integren una coalición electoral y se disolviesen" genera debate por la amplia jurisprudencia al respecto de los no adscritos.
El nuevo escenario jurídico para Navarro y Garrido gravitará alrededor de la interpretación de Concepción Juan a propósito del epígrafe. A pesar de la premura por la incertidumbre existente tras el anuncio de CSeM, que el 21 de septiembre informó de su desaparición a través de un comunicado, la complejidad del asunto requerirá de un profundo análisis para garantizar la continuidad del Acord de Fadrell.
El equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Castelló se compone actualmente de 15 concejales. El PSPV-PSOE aporta 10 como formación mayoritaria. Compromís, tres, mientras que Podem-EUPV, dos. Esa mayoría absoluta permite al tripartito (Acord de Fadrell) sacar adelante sus propuestas sin oposición, ya que el PP (siete), Ciudadanos (cuatro) y Vox (un edil) se encuentran en inferioridad.
En la anterior legislatura, socialistas y nacionalistas gobernaron como bipartito. CSeM, en calidad de socio (Pacte del Grau), garantizó la supremacía durante los cuatro años, aunque no siempre mostró lealtad institucional en las votaciones plenarias. Esa transgresión ocasionó más de un problema. Incluso, en el arranque del mandato, en 2015, impidió inicialmente la aprobación de la nueva fiscalidad para la ciudad.