CASTELLÓ. Albert Rudé ha iniciado este viernes su segundo reto profesional como primer entrenador al dirigir la sesión de entrenamiento del Castellón, club con el que ha firmado hasta el 30 de junio de 2024.
Su anterior etapa, en el Alajuelense de Costa Rica, duró un año y concluyó en julio de 2022 después de perder la final por el título del Campeonato Clausura. Su equipo, el segundo más laureado de la historia del país centroamericano, era claro favorito en su serie contra el Cartaginés, pero perdió por 2-0 en el partido de ida y solo pudo ganar por 1-0 en el de vuelta. De esta forma, su rival, que no había ganado un título en 82 años, se proclamó campeón. De nada le sirvió a Rudé terminar como líder destacado en la fase regular.
El torneo anterior, el de Apertura 2021, tampoco le había ido bien al nuevo técnico albinegro, pues el Alajuelense finalizó la liga en segunda posición y en el play off perdió en la primera ronda ante el Santos de Guápiles, tercero en la fase regular.
Tras el subcampeonato firmado hace seis meses, el Alajuelense anunció la salida “por mutuo acuerdo” del técnico catalán. Ahora, el preparador de 35 años llega al conjunto albinegro con la intención de llevar al club a Segunda División.
Para Rudé, admirador de Guardiola –lo ha llegado a definir como su alter ego-, Bielsa, Klopp y Sacchi, entre otros, las formas son igual de importantes que el resultado, y en Castalia tratará de implantar una filosofía de juego basada en el buen trato al balón y que ya puso en práctica en Costa Rica.
“He sido educado en el juego de posición, en intentar someter al rival con balón y ser propositivo sin renunciar a la verticalidad. Quiero que mi equipo sea agresivo sin la pelota, que intente recuperar rápido y que cuando la pierda haga transiciones también rápidas”, ha explicado en su primera comparecencia como entrenador del Castellón. “Es mi esencia y mi filosofía. Voy a tratar de transmitirla lo más rápido posible y que todos los entrenamientos estén relacionados con esa identidad que queremos implantar”, ha continuado.
El nuevo técnico del Castellón es consciente de que sus ideas tardarán algún tiempo en establecerse, por lo que este fin de semana, ante Osasuna B, tocará poco lo que se ha venido haciendo en las últimas jornadas.
Lo que sí parece claro es que su metodología comulga con el modelo que quiere imponer la nueva propiedad, destacando los datos como herramienta para calibrar y analizar el rendimiento. De hecho, Rudé ha seguido este procedimiento en la empresa de formación de jugadores y entrenadores que ha cofundado en Barcelona. Allí ha desarrollado un método cognitivo con el que, según el preparador albinegro, se entrenan las habilidades planificadas desde la edad de formación hasta alcanzar niveles profesionales.
Además, ha desarrollado un test ludológico que permite clasificar la etapa de formación en la que se encuentra un niño o un equipo y su evolución.
En la capital de la Plana, Rudé tendrá la oportunidad de aplicar la tecnología de datos en un club cuyos dirigentes apuestan firmemente por esta línea de trabajo.