CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Sant Jordi ha rechazado por unanimidad la implantación de la tasa turística tanto en el propio municipio como en el conjunto de la Comunitat Valenciana. El equipo de gobierno liderado por Iván Sánchez Cifre ha impulsado una moción en este sentido, que ha sido respaldada por todos los grupos políticos del consistorio en el Pleno celebrado este jueves.
El alcalde de Sant Jordi ha argumentado que “la tasa turística se plantea en uno de los peores escenarios para la industria, lo que perjudica al sector y lastra el futuro económico del pueblo. Las restricciones internacionales, la caída de reservas ante el avance de la pandemia y el retraso en la comercialización de los viajes del Imserso han dejado bajo mínimas las perspectivas de la temporada baja, y mucha incertidumbre de cara a la primera mitad de 2022”.
Según apunta el consistorio, el balance turístico de la Comunitat Valenciana en el 2020 refleja que este sector ha sido uno de los más afectados por el impacto de la COVID con descensos históricos de la demanda extranjera por el efecto de los confinamientos entre países y el establecimiento de cuarentenas: siete millones de turistas extranjeros menos y 62,5 millones de pernoctaciones menos, es decir, un descenso histórico del 73,3 %. El año 2021, según la Generalitat, no ha corregido la situación, ya que el número de turistas extranjeros con destino en la Comunitat ha decrecido un 65,9%.
La propuesta presentada por el equipo de Gobierno resalta que esta tasa “se implanta por motivos ideológicos y por subsistencia del Consell tras muchos años de intentos frustrados sin que haya concitado el más mínimo apoyo por parte de la industria turística, que utiliza a los ayuntamientos como moneda de cambio en la mesa de negociación de los presupuestos del Consell, y que no ha sido consensuado con el sector ni en la FVMP, hecho de suma gravedad que consideramos inaceptable”.
En definitiva, el Ayuntamiento de Sant Jordi plantea que la implantación de una tasa turística tendrá efectos nocivos para uno de los motores económicos de la Comunitat Valenciana que representa más del 13% de nuestra economía y con la consiguiente pérdida de competitividad frente a otras comunidades y regiones cercanas donde no existe.