VALÈNCIA. La empresa valenciana Silicon Valen sigue dando pasos para erigir en España una industria de producción de paneles solares 'made in Valencia'. Así, la compañía ultima la puesta en marcha de una fábrica de células y módulos fotovoltaicos, pero, mientras tanto, ya ha cerrado sus primeras ventas por valor de 1,5 millones de euros con la entrega de 100.000 paneles. Además, tiene comprometidos pedidos por otro dos millones de euros hasta finales de año. Y todo ello antes de arrancar la maquinaria de sus instalaciones en Massanassa, que comenzarán a rodar antes de acabar este 2023 para estar a pleno rendimiento de cara al verano de 2024.
En concreto, estos primeros pedidos han sido posibles con acuerdos de fabricación con proveedores locales, pero con las homologaciones y certificados que contarán sus productos. Y es que la firma ya ha diseñado su catálogo de prototipos, que en estos últimos meses ha ido aumentando al incluir panales para el autoconsumo ante la alta demanda que existe en el mercado español, donde la empresa valenciana tiene puesto el foco.
Además, hace solo unos meses que la compañía, liderada por el presidente de la patronal Avaesen, Marcos Lacruz, selló una alianza con la energética Statkraft para que esta última utilizara en sus parques fotovoltaicos en la Comunitat Valenciana los paneles de Silicon Valen. Pero, además, sigue en negociaciones con PowerCo, filial de baterías de Volkswagen, para la instalación de placas en la futura gigafactoría en Sagunt. También, junto a Naturgy, ha montado sus paneles en el edificio del Centro de Atención Integral para personas sin hogar (CAI) San Francisco de Borja, gestionado por Cáritas Interparroquial de Gandia.
Y es que el objetivo de la firma es atacar España no solo aprovechando el buen momento del sector de las renovables, sino también el interés de muchas compañías por generar riqueza e impacto positivo en el país contando con producto y proveedores locales. "Estamos en negociaciones con muchos promotores que buscan que sus parques fotovoltaicos generen valor al territorio y, por tanto, quieren apostar por el producto español por responsabilidad social", remarca Lacruz.
Lo cierto es que hace solo unos meses que la empresa cerró el alquiler de sus nuevas instalaciones en Massanassa. Ahora, están en marcha las labores de acondicionamiento y reforma de la nave para empezar a finales de año la producción de 400 MW, aunque será en 2024 cuando se alcance los 600 MW, el 100% de su capacidad. También, ha abierto un proceso de contratación para conformar su plantilla. "Hemos contactado con el Ayuntamiento de Massanassa para canalizar la mayor cantidad gente posible y encontrar perfiles profesionales. Queremos a 100 personas, el 60% antes de junio del año que viene", afirma el empresario.
Hasta ahora, la idea de Silicon Valen era empezar con un único producto de 550 W, ya que es el que mayoritariamente se demanda y se instala, pero ante el 'boom' del autoconsumo han ampliado su portfolio. Así, ahora tienen producto tanto para cubierta residencial como industrial, pero también para suelo en parques fotovoltaicos. "Hemos hecho un catálogo con más modelos y diferentes potencias porque así lo requería el mercado", explica. Una decisión que, a su vez, ha retraso un poco el inicio de la producción en su fábrica, ya que han tenido que adaptar las máquinas a las nuevas dimensiones de sus productos.
Una de las características de sus módulos es que están pensados para el clima de España y, por tanto, son específicos para soportar las condiciones extremas que conlleva el cambio climático, que concatena olas de calor con lluvias torrenciales y vientos huracanados. De esta forma, estos dispositivos convierten directamente la luz solar en energía eléctrica, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo la huella de carbono.
"Hemos diseñado un módulo fotovoltaico específico para las condiciones meteorológicas de la Península Ibérica, que, además, cuenta con un marco de aluminio reforzado que aumenta la durabilidad del producto y disminuye los riesgos de las instalaciones”, explica Lacruz. Además, estos módulos están mecánicamente adaptados para soportar condiciones de viento extremas, preparados para un otoño e invierno de actividad climatológica adversa como se prevé en España.
El proyecto de Silicon Valen forma parte de un 'macroplan' con el que un grupo de empresarios valenciano pretenden minimizar la dependencia de China, que actualmente acapara más del 90% de la producción de paneles. Su aspiración es contribuir a la soberanía energética de la Unión Europea a través de la fabricación integral de módulos fotovoltaicos, con el fin de favorecer la autosuficiencia europea y recuperar una industria que hace años desapareció en España.
Para ello, su hoja de ruta pasa por la fabricación de toda la cadena de valor: desde la purificación del silicio hasta la fabricación de las células y módulos fotovoltaicos. Y todo ello con una inversión cercana a los 500 millones de euros y que generará cerca de 1.500 empleos. No obstante, dado el 'boom' energético en el mercado español, Silicon Valen ha decidido empezar por la producción de los paneles solares con esta primera nave en Massanassa que en pocos meses se pondrá en marcha.