CASTELLÓ (EFE/EP). El incendio que se inició el pasado jueves en el interior de la provincia de Castellón y que ha afectado también a la de Teruel ha calcinado ya 4.700 hectáreas de superficie forestal de gran valor ecológico y afronta unas últimas horas de tregua meteorológica, que han permitido una evolución "positiva", pues el pronóstico alerta de fuertes rachas de viento de poniente y un brusco descenso de la humedad a partir de este jueves.
El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, ha informado a última hora de la tarde de que se teme que estas rachas de poniente puedan producir rebrotes con "efecto chimenea", que genera propagaciones rápidas y grandes columnas de humo que alcanzarían alturas muy elevadas.
Por ello, en la noche de este miércoles al jueves trabajarán en todo el perímetro del incendio -que supera los 50 kilómetros-, unas 350 personas, a la espera de la incorporación al alba de 16 medios aéreos para realizar descargas de agua y retardante.
Aunque en las últimas horas han empezado a regresar a sus domicilios unos 200 vecinos que habían sido desalojados de Villanueva de Viver, Puebla de Arenoso y sus pedanías de Los Cantos y La Monzona, Higueras y Pavías, todavía hay cientos de desplazados, 43 de los cuales permanecen en los espacios habilitados en Segorbe.
El regreso de este grupo de vecinos ha sido coordinado por la Guardia Civil en una caravana, si bien antes se ha realizado un trabajo pericial para comprobar que estos núcleos urbanos disponían de agua, luz y condiciones de habitabilidad.
Además, y para garantizar la seguridad en la zona, se mantienen los controles de la Guardia Civil en los accesos a Villanueva de Viver (acceso exclusivo por la CV-207 desde Barracas), Puebla de Arenoso y sus pedanías de Los Cantos y La Monzona (acceso por la CV-20 desde Orba a Teruel), Higueras (acceso por la CV-203 desde Caudiel) y Pavías (acceso por la CV-203 desde Caudiel).
La última reunión del puesto de coordinación de esta tarde ha sido presidida a través de videoconferencia por el president de la generalitat, Ximo Puig, quien ha felicitado a todos los responsables de los cuerpos que trabajan en la extinción y se ha comprometido a telefonear a los presidentes de las regiones que han enviado medios.
Los focos que más preocupan con los mismos que en las últimas horas, es decir, el situado entre Montán y Montanejos y el de Fuente la Reina. "Mañana tendremos un día muy complejo, con viento de poniente que dejará rachas de hasta 70 kilómetros por hora y una humedad relativa por debajo del 20%. Eso significa riesgo extremo, y probablemente habrá que reforzar todo el gran trabajo hecho hoy", ha apuntado José María Ángel, quien advierte que es todavía pronto para determinar cuándo podrán regresar a sus casas el resto de vecinos desplazados.
