CASTELLÓ. Todagres ya tiene fecha límite para poner fin a su actividad: el 31 de diciembre. Aunque ya se conocía que los hornos de la histórica azulejera vila-realense no volverían a producir revestimiento, sus dirigentes han marcado este martes el plazo máximo para concluir el proceso de desvinculación de sus 158 trabajadores.
Y este acaba en Nochevieja. Por aquel entonces, la firma, con más de medio siglo de vida, ya debe haber dado salida al producto que tiene almacenado y debería comenzar a liquidar sus activos. En la reunión de los responsables de la compañía con el comité de empresa de este martes, aquellos han achacado a las pérdidas continuadas, durante varios ejercicios, la decisión, apuntillada por los desbocados costes energéticos de los últimos meses.
Sobre esto, desde Grupo Fuertes, propietario de la compañía cerámica, señalan a Plaza Cerámica que inició "hace más de un año" un proceso de venta organizado "que podría haber supuesto la continuidad y viabilidad del proyecto y la garantía del mantenimiento de los puestos de trabajo". Lamentablemente, esta operación finalmente no ha prosperado "debido al complicado escenario internacional".
Asimismo, fuentes sindicales también apuntan que durante el pasado verano los responsables de la empresa abrieron una negociación para ampliar el expediente de regulación temporal de empleo que se inició en mayo y que debía concluir en noviembre para llevarlo más allá, pero este proceso de diálogo tampoco ha llegado a buen término.
De esta manera, con la comunicación oficial del cese productivo se abre el periodo de consultas entre la empresa y los representantes de los trabajadores para determinar las indemnizaciones. La cita de este martes "ha transcurrido de manera cordial", apuntan desde Grupo Fuertes, y ambas partes se han emplazado a seguir dialogando el próximo jueves 20 de octubre. La voluntad de la firma es "alcanzar un acuerdo favorable con el menor impacto posible para los afectados", remarca.
Otro de los aspectos que ha quedado claro en la cita de este martes es que algo más de 90 de los 158 empleados de Todagres dejarán la compañía hacia el 10 de noviembre. Para el resto se formalizará su desvinculación antes del 31 de diciembre.
Esta no es la única operación de este tipo que ya se ha dado en el sector en las últimas semanas. De hecho, los costes energéticos han dado también la puntilla a Azulejera Alcorense, con lo que sus 78 trabajadores también se verán en la calle, como la propia compañía informó hace solo unos días. Asimismo, el pasado jueves responsables de Grupo Halcón comunicaron a los representantes sindicales la apertura de un ERE para 185 de sus empleados, según ha recogido El Mundo Castellón al día. No son estas las únicas medidas de ajuste en un sector que ahora aplica de forma masiva los ERTE que en su mayor parte solicitó entre diciembre del año pasado y marzo de este año. La situación para el azulejo vuelve a ser más que complicada.
