CASTELLÓ. Segunda caída en el sector azulejero. Tras el cierre de la histórica Todagres, que la semana próxima comenzará el proceso de consulta con sus trabajadores acerca del ERE de extinción para toda su plantilla, ahora se ha conocido que Azulejera Alcorense también baja la persiana.
La compañía, filial del grupo Pamesa, que se hizo con ella en virtud de la compra de Azuliber, ha anunciado este viernes "el proceso de negociación para acometer un ERE que podría llegar a afectar a 78 trabajadores en su única planta de Almassora". Fuentes sindicales confirman que se trata de la totalidad de la plantilla, con lo que ratifican el cese de actividad en esta unidad productiva.
Se da la circunstancia de que Alcorense es vecina de la planta original de Pamesa, en la partida Ramonet de Almassora, y la compraventa de la misma la tasó el gigante azulejero europeo en 10,28 millones de euros, un montante que abonó hace menos de un año, el 20 de diciembre pasado.
Desde Alcorense confirman que el cierre se produce debido a "la reciente escalada de los precios del gas y la energía", que hacen "totalmente inasumible para las industrias gasintensivas, entre las que se encuentra el sector cerámico", continuar con la producción. "Este contexto nos ha llevado a tomar esta decisión que hemos tratado de evitar desde el inicio de esta crisis energética", apuntan las fuentes de la compañía cerámica de Almassora. Desde los sindicatos señalan que hasta ahora Azulejera Alcorense no había aplicado ningún expediente de regulación temporal de empleo y mantenía la producción con normalidad.
Las últimas cuentas publicadas de la compañía, de 2020, reflejan una facturación de algo más de 11 millones de euros, tres más que un año antes. En 2020 cerró con 760.000 euros de beneficio, frente al millón de pérdidas de 2019. Eso sí, elevó el pasivo hasta los 26 millones de euros y el patrimonio neto era por aquel entonces negativo en 8,5 millones de euros.