ALICANTE. Carmen Barbará, Purita Campos, Claire Bretecher, Ana Miralles, Nuria Pompeia, Marjane Satrapi, Montse Clavé, Laura Pérez Vernetti, Lola Anglada, Lisa Lyons, Marika Vila, María Pasqual... solo trece nombres entre la extensa nómina de autoras de cómic que desde los años 20 del siglo XX han transitado páginas dominicales de periódicos, revistas especializadas en 'tebeos para mujeres', revistas generalistas, revistas underground y editoriales, el único lugar relacionado con el género en el que han aparecido poco o nada, hasta muy recientemente, ha sido el de las páginas de la crítica, tanto en las monografías de la historia del cómic, como en las periódicas recomendaciones en prensa escrita y prensa digital, lo de la presencia de la crítica de cómic en prensa ya es harina de otro costal.
Cuando reviso en la memoria la excelente Historia del cómic que el diario El País publicó allá por los años 80, no recuerdo la presencia de ninguna autora entre sus cientos de párrafos de apretada tipografía. Reconozco que esta fuente es tan poco fiable como lo pueda ser mi memoria, ya que no he podido volver a consultarla desde que la “extravié” en uno de los múltiples traslados, así es que puede tener algo del sesgo con que la leí, y esa sea la causa de la ausencia. Aún así,...
Estas selecciones para el verano de 2022 tienen un sesgo clasificador, marcado por la identidad de las autoridades reseñadas: la obra completa de un autor o autora, una selección de su obra menos conocida, unos personajes que son una clase en sí mismos. Para la entrega de hoy, sin embargo, optaremos por un criterio que requiere una selección previa: obras recientes de autoras que pasen por el tamiz del Test de Bechdel, autora también presente en él, que atribuye su origen a su amiga Liz Wallace.
- Deben aparecer al menos dos personajes femeninos
- Deben mantener una conversación y/o interacción clara entre ellas.
- Esta conversación no debe tener como tema un hombre.
Lo bueno de aplicar el Test de Bechdel a autoras contemporáneas de cómic es que se puede comprobar como esta prueba es, en cierto modo, ya anacrónica, y la universalidad de las historias es tan evidente como la de, pongamos por ejemplo, en Extraños en un tren, de Patricia Highsmith, o Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar.
Hagámoslo, pues, en forma de juego, un pequeño párrafo descriptivo de cada una de ellas, que se corresponde con las referencia bibliográficas que se encontrarán al final. Cada párrafo vendrá precedido de un número, cada referencia bibliográfica de una letra. La combinación correcta corre de vuestra parte.
- 1) Arqueóloga israelí, hija de arqueólogo y conservador, hermana de arqueólogo y conservador, madre divorciada de niño permanentemente enganchado a un smartphone, está convencida de que ha desentrañado la clave para localizar el Arca de la Alianza, sí, esa, la misma que en 1981 llevó de aquí allá al arqueólogo con Fedora y nombre de perro, en pleno territorio palestino ocupado. Dibujo heredero de la línea clara más aventurera y guion plagado de humor y amarga ironía.
- 2) Cuando algunas de las fotografías familiares más queridas se encuentran pobladas de uniformes de la Werhmacht y doppelte Siegrune en las solapas, aunque hayas pasado 20 años viviendo en “el país que derrotó al nazismo”, tienes la necesidad de reconstruir el álbum familiar, de narrarlo para ti misma, de regurgitar tu identidad cultural. ¿Un cómic? Tal vez. ¿Un álbum ilustrado? Tal vez. Todo ello y más, sin duda. Una obra que hace gala de una fascinante galería de técnicas gráficas y referencia visuales al servicio de la memoria histórica y personal.
- 3) Todo territorio es narrativo, desde el imaginario condado de Yoknapatawpha a la no menos fantástica Vega Baja del Segura, donde las piscinas vacías tienen la fuerza telúrica de las urbanizaciones de clase media narradas por John Cheever. Siempre se está volviendo a algún sitio, y si eres una adolescente bergsoniana, en la que la voluntad de vivir y la voluntad de desaparecer construyen un universo en el que la materia orgánica y la materia inorgánica toman la forma de visiones cuasi místicas, de globos flotantes que surgen de las alcantarillas, el negro de la tinta se mancha con el blanco del vacío, para construir un espacio personal para la huida.
- 4) El viaje y los sueños en ardiente compañía, unos ojos que miran y ven más allá de lo visible, la luz que transita por cada etapa de la ruta marcando un cromatismo identificativo de cada una de ellas, aquello que nos contaron los ancestros, mezclado con la rosa del desierto que se nos clava en los dedos con sus aristas calcáreas. La soledad en compañía, los labios que se rozan en una cama desierta. Lees en la bañera mientras ella te contempla. El tacto de los espectros.
- 5) Empecé a correr para no pensar, y seguí corriendo mientras pensaba. Piensas haciendo pesas, piensas haciendo estiramientos, piensas haciendo trekking y esquí de montaña. Piensas mientras te calzas unas zapatillas tras otras, siguiendo las modas del outfit deportivo. Piensas haciendo crossfit y jugando a la pelota en la playa. Piensas y haces el amor mientras piensas. Y dibujas, dibujas el pensamiento, dibujas el crossfit, el running, el trekking, el esquí de montaña, mientras el tiempo se acumula en tus articulaciones e intentas averiguar dónde reside el origen de la fuerza que te permite avanzar.
- 6) En tiempos grises y convulsos hay que buscar la mirada de quien ya no cree en nada, o de quien todavía cree en todo, no hay término medio. Y buscar supervivientes, a quien se adapta al medio como un animal de garras afiladas. Dos periodistas y una dibujante entre miserias morales e historias truculentas, entre torturadores y vísceras, entre la miseria y un bolero. Y todo ello con un trazo amable, dignificado por el color suntuoso de los vestidos de Balenciaga. Intriga, política, thriller y unas gotitas de novela rosa. Un combinado para ser servido en las mejores coctelerías.
- 7) La huerta ya no existe, los dos primeros kilómetros de la línea de costa se han transformado en una muralla de cemento, ladrillos, grúas y ventanas, cientos de miles de ventanas que miran al mar, sin verlo. Una línea de tiempo marcada por las relaciones familiares, las ausencias y las presencias, lo que se cuenta y lo que se esconde, como las cebollas que asoman sus penachos en la tierra. Las manchas de color asumen lo naïf de nuestra historia reciente y reverberan en los ojos de quien lee, en una asumida estética kistch, tan apegada a la realidad como la sangría.
- 8) El amor es una canción revolucionaria. La revolución es encontrar el trazo del compañero de vida que ilustrará tu nombre de guerra y expondrá a los ojos de una sociedad autocomplaciente la suciedad de sus cloacas. Las cloacas son el germen de la desigualdad. Clasismo, racismo, aporofobia, privilegios, la economía como genocidio y una peluca pelirroja tras la que esconder una identidad resistente. Francia no se piensa tal y como es, y alguien debería explicárselo.
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- A) Ana Penyas, Todo bajo el sol (Salamandra Graphic, 2021).
- B) Teresa Valero, Contrapaso. Los hijos de los otros (Norma Editorial, 2021).
- C) Alison Bechdel, El secreto de la fuerza sobrehumana (Reservoir Books, 2021).
- D) Dominique Grange y Jacques Tardi, Elise y los nuevos partisanos (Salamandra Graphic, 2022).
- E) Laura Pérez, Tótem (Astiberri, 2021).
- F) Lola Lorente, Maganta (Astiberri, 2021)
- G) Rutu Modan, Túneles (Salamandra Graphic, 2021)
- H) Nora Krug, Heimat. Lejos de mi hogar (Salamandra Graphic, 2020)