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en primera persona / OPINIÓN

Valores y un proyecto colectivo

Foto: JESÚS HELLÍN/EP
28/06/2022 - 

El PSOE sigue gobernando España, la Comunitat Valenciana y la inmensa mayoría de ayuntamientos valencianos. Quizás cueste creerlo pero Feijóo no ha ganado unas elecciones generales, y Pedro Sánchez sigue siendo el Presidente del Gobierno.

Quizás cueste creerlo si uno ha seguido la actualidad política de las últimas semanas, pero el 19 junio las andaluzas y andaluces eligieron a su presidente autonómico, como lo haremos en la Comunitat Valenciana el próximo año. No elegían al Presidente del Gobierno. Y la sociedad andaluza ha optado por la continuidad del partido de gobierno. Continuidad y estabilidad en tiempos inciertos como los que vivimos.

Continuidad frente al cambio con el que soñó la derecha de Casado primero y Feijóo después. Sueñan con el poder, y despiertan cada día con la pesadilla de un buen Gobierno socialista en Moncloa, la Generalitat y ayuntamientos. Ellos sueñan con lograr el poder, nosotros con crear un futuro mejor. Su meta es el poder, la nuestra lograr un futuro de igualdad y prosperidad. Y no hay peor pesadilla para la derecha que se sueña poderosa que los gobiernos socialistas que mejoran la vida de la gente.

El nuestro es el partido que ha asumido la responsabilidad política de hacer frente a una pandemia y salvar miles de vidas con sus decisiones, el partido que ha asumido la responsabilidad política de crear un escudo social y ayudar a miles de familias y empresas a afrontar la crisis. El partido que asume la responsabilidad de transformar nuestro modelo económico para legar a nuestros hijos e hijas un país digitalizado, sostenible y justo. El partido que asume la responsabilidad de crear un futuro de oportunidades.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Foto: ALEJANDRO MARTÍNEZ VÉLEZ/EP

Nosotros transformamos la realidad haciendo de este un país más justo e igualitario del que sentirnos cada día más orgullosos. Ellos viven anclados en la ansiedad por construir un relato en el que el cambio en Moncloa es inminente desde el momento en el que un bolso ocupó el escaño del entonces presidente del Gobierno del PP. Un cambio inminente desde hace años que ni se ha producido ni se producirá si la militancia socialista hace lo que tan bien sabe hacer: escuchar, ilusionar y convertir en realidad los anhelos de igualdad, justicia y progreso de nuestra sociedad.

“La historia no está predeterminada, los mortales debemos inventarla a medida que avanzamos”, escribía Tony Judt en su conocida obra Algo va mal, para argumentar que “tendremos que plantearnos de nuevo los eternos interrogantes, pero estar abiertos a respuestas diferentes”. El resultado en Andalucía no ha sido bueno, pero la historia no está escrita, la militancia socialista lo sabe bien. Nos enfrentamos a los eternos interrogantes en el 39 Congreso y logramos una respuesta diferente que logró recuperar la ilusión y la confianza en nuestro partido. Construimos juntos un proyecto político sólido, con principios al servicio de la igualdad, la solidaridad y la justicia social. Hablamos de valores, y la sociedad nos escuchó. Escuchamos lo que la gente quería, y la gente respondió confiando en nosotros.

Este es sin duda un momento de cambio, de cambio real tras dos años centrados en lo urgente, en superar la pandemia. Es el momento de que las socialistas y los socialistas salgamos de nuevo a la calle a escuchar a nuestros vecinos y vecinas, de preguntarnos “qué quieren las personas y en qué condiciones pueden satisfacerse esas necesidades”, como relató Judt. Somos el partido de la gestión eficaz, justa y honesta, somos el partido que sueña con un mundo mejor para los jóvenes, para las familias, para los mayores. Un mundo que seguiremos construyendo tras las generales, autonómicas y locales del próximo año.

Ni relatos de cambio, ni relatos del miedo. Gestión, ideales y lucha por un proyecto colectivo de igualdad, sostenibilidad y crecimiento justo. Cercanía frente a las mentiras de la derecha, diálogo y escucha frente al ruido y el insulto, la buena política frente a la derecha.

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