CASTELLÓ. "Victoria PLC (...) anuncia la venta de Graniser, el fabricante de baldosas cerámicas del grupo con sede en Izmir, Turquía". Esta es la primera frase del comunicado a la Bolsa de Londres con el que la compañía británica anuncia su desinversión en la azulejera turca, con la que se hizo hace algo más de dos años y medio. Pasado este tiempo, el grupo propietario, entre otras, de las firmas castellonenses Keraben, Saloni e Ibero, vende la sociedad turca por unos diez millones menos de lo que pagó.
Aunque ahora Keraben va a ingresar 10 millones de euros por vender Graniser a Hasan Akgün -director ejecutivo de la también fabricante cerámica turca Duratiles y miembro del grupo Akgün- y en febrero de 2022 pagó 8,4; por aquel entonces Victoria tuvo que hacerse cargo de una deuda por valor de prácticamente 40 millones de euros, mientras a su salida esta se eleva a 26,8 millones, que son los que debe asumir el nuevo propietario.
Eso sí, también es cierto que con la operación Victoria se asegura el "suministro a largo plazo", mediante un acuerdo pactado, "de baldosas cerámicas específicas del Grupo Victoria a precios de costo de fabricación", una operación que espera "que tenga un impacto positivo" en sus ganancias.
Aun con ello, no deja de sorprender que la compañía inglesa, que impulsó en su día a Graniser debido a los desmesurados costes del gas en Europa, se desprenda ahora de este activo, que le permitía producir con unos gastos operativos significativamente más bajos. La explicación estriba en la "inestabilidad" que ha vivido Graniser "en varios de sus mercados clave" en los últimos tiempos (sin duda marcados por las tensiones geopolíticas), lo que le han llevado a facturar 36 millones de euros en el periodo cerrado el pasado 30 de marzo y a lograr un Ebitda de 1,1 millones de euros. Ambas cifras son significativamente más bajas que las de años anteriores, hasta el punto de que, cuando Victoria se hizo con ella, Graniser facturaba en torno a los 60 millones de euros y su Ebitda era de 9.
Así, pese a perder un fabricante (mantiene, además de las fábricas castellonenses, otras en Italia, así como varias comercializadoras) capaz de producir en "un entorno de menores precios de energía, mano de obra y materias primas", desde Victoria destacan que el acuerdo de suministro a largo plazo le permitirá continuar vendiendo producto con un bajo coste de fabricación. "Esta tesis permanece totalmente intacta con la venta del negocio, pero con la ventaja de liberar capital para su despliegue en otras partes del balance", remarca la compañía inglesa.
El propio director ejecutivo del grupo Victoria, Philippe Hamers, así lo destaca:
"Habiendo experimentado recientemente un entorno de demanda difícil, la venta de Graniser y la asociación con el señor Akgün proporcionarán al negocio de baldosas cerámicas de Victoria un acceso continuo a baldosas rentables y, al mismo tiempo, contribuirán al desapalancamiento del balance del grupo al reducirlo en aproximadamente 0,5 veces".
Con todo ello, Graniser, cuya denominación real es B3 Ceramics Danismanlik, queda ahora en manos del Grupo Akgün, que fue fundado en 1925 y es ahora mismo "una de las empresas más grandes de Turquía con 5.000 empleados y 17 fábricas" en los sectores de materiales de construcción, automoción, seguros, logística y petróleo, remarca Victoria.
