VILA-REAL. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha abierto un proceso de análisis para estudiar la viabilidad urbanística de crear un gran vial de acceso al río Millars desde el núcleo urbano. No es un objetivo sencillo ya que ese nuevo eje tendría que darse necesariamente a través de la Partida Madrigal, algo muy difícil por la proliferación de masets e industrias en la zona.
El trazado que baraja el consistorio atraviesa un solar rectangular de unos 20.000 metros cuadrados que enlaza la calle Monestir de Benifassà con un maset situado en las inmediaciones del puente medieval sobre el Millars.
De momento, el consistorio ha decretado la suspensión de nuevas licencias que permitan parcelar, edificar o demoler terrenos en varias calles de la zona. De esa manera, los técnicos municipales podrán estudiar en los próximos meses con tranquilidad si hay alguna fórmula urbanística viable para ejecutar ese gran acceso al río Millars del que adolece Vila-real. En concreto, la suspensión de nuevas licencias afecta a 27 propiedades privadas situadas en las calles Encarnación, Río Cabriel, Río Segura y San Vicente de Paúl.
Esta no es una idea nueva. Benlloch ya expresó a finales del año 2015 su voluntad de trazar ese nuevo acceso directo al Millars de forma coordinada con Almassora. Incluso, planteó la posibilidad de ejecutar ese proyecto con la ayuda económica de los Fondos Feder de la Unión Europea.
Por otro lado, el consistorio ha aprobado la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitirá obtener los terrenos necesarios para trazar la gran rotonda que canalizará el tráfico en el extremo sur del casco urbano de Vila-real. La glorieta se situará en el cruce entre el Camí de Les Voltes y la avenida Bélgica. Será fundamental para dotar de fluidez al paso de vehículos procedentes de las zonas agrícola e industrial del sur de Vila-real que luego prosiguen por las avenidas Italia y Alemania. El aumento de la actividad industrial en este extremo de Vila-real ha provocado un incremento del tráfico pesado en los últimos años.
La operación urbanística se realiza a través de una permuta: la Comunidad Islámica para el Diálogo y la Integración entrega al Ayuntamiento la parcela de 2.196 metros cuadrados situada junto a la futura rotonda, donde tenían previsto edificar un centro cultural. En ese solar se trazará la rotonda y un aparcamiento gratuito en superficie para camiones.
A cambio, el consistorio cede al colectivo islámico el jardín triangular de 1.677 metros cuadrados ubicado entre las calles Soneja y la Vilavella, además del vial peatonal anexo de 624 metros que prolonga la calle Vall d’Uixó. En esos 2.301 metros cuadrados, que son desafectados y recalificados, la Comunidad Islámica podrá edificar su centro cultural.