VILA-REAL. El Ayuntamiento de Vila-real cerrará el 2018 cumpliendo la Ley de Estabilidad Presupuestaria y con unos remanentes previstos en torno a los nueve millones de euros. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha dado cuenta este viernes de las primeras previsiones de liquidación presupuestaria que, señala, arrojan, “por primera vez, buenas noticias”. “A pesar de las dificultades, de los obstáculos de la nueva ley de contratos, de haber tenido que hacer frente a nueve millones en herencia del PP y de haber tenido que aprobar el presupuesto en julio, todos los informes indican que se ha hecho una gestión excelente y, por primera vez, cumplimos tanto el periodo medio de pago -14 días-, como la regla de gasto, el endeudamiento y la estabilidad presupuestaria”, detalla.
En cuanto a los remanentes previstos, según señalan fuentes municipales a través de un comunicado, al cierre del ejercicio presupuestario, Benlloch calcula que se fijarán en torno a los nueve millones. Esta cantidad se distribuirá principalmente en evitar un mayor endeudamiento, acometer proyectos de financiación afectada que no han podido ejecutarse en 2018 por el escaso periodo de vigencia de las cuentas, hacer frente a facturas pendientes que no han podido tramitarse conforme a las nuevas directrices de la ley de contratos, completar las diferentes concejalías o el abono del 2,25% de incremento salarial de los funcionarios aprobado por el Consejo de Ministros a fin de año. En concreto, este concepto supondrá un gasto adicional de 415.247 euros.
Para el pago de facturas que, por adaptación al nuevo modelo de la Ley de Contratos, no pudieron tramitarse a tiempo, se destinarán unos dos millones de euros, que ya se están gestionando para su pago inmediato, mientras que, según los cálculos del equipo de gobierno, otros tres millones de euros irán a completar las distintas concejalías para poder funcionar con mayor tranquilidad hasta final de año.
Según explica el alcalde, “los cinco millones de euros que hemos tenido que pagar del jurado expropiación de cuestiones derivadas de los años de gobierno del PP, buscando acuerdos con los propietarios, además de los 4,3 millones del convenio de las Dominicas –firmado por el PP en 2010 pero que también hemos tenido que pagar nosotros, con un acuerdo con las religiosas que hemos de agradecer de nuevo, al haber ahorrado dos millones a las arcas públicas- motivaron retrasar al mes de julio la aprobación del presupuesto, por lo que lo hemos tenido en vigor apenas tres meses. En este escaso margen, era legalmente imposible poder materializar algunos de los proyectos previstos de financiación afectada, por lo que estos proyectos, en torno a otros dos millones, también se incorporarán en los remanentes”, argumenta Benlloch. Se trata de actuaciones como la remodelación de los antiguos juzgados para ubicar allí dependencias municipales. “Esos proyectos se van a hacer; no se ha perdido ni un euro, simplemente era imposible ejecutarlos antes del 31 de diciembre”, puntualiza el alcalde.
El otro gran objetivo de la aplicación de remanentes, según se expone en la nota remitida a los medios, será la reducción de deuda. La idea del equipo de gobierno es, en el caso de poder liquidar el presupuesto e incorporar los remanentes pronto, utilizarlos para financiar los 1.527.076 euros de los proyectos de industrialización incluidos en las subvenciones del Ivace, evitando así la financiación vía préstamo avalada por el pasado Pleno.
“Si tenemos los remanentes antes de que se trámite el préstamo -indica Benlloch- lo pagaremos con recursos propios y evitaremos así llevar el endeudamiento al 72%. No queremos endeudarnos más, pero nosotros no lo hacemos, como el PP, por caprichos ni por lujos, sino para pagar sus empastres y para cuestiones muy productivas para Vila-real como pueden ser estos proyectos de reindustrialización”, agrega. “Tenemos el aval técnico y de la Intervención de que las cosas se están haciendo bien. Con responsabilidad y prudencia, estamos trabajando para tener una ciudad con menos paro, menos deuda, más oportunidades y más infraestructuras, que nos permitan mirar al futuro con garantías”, concluye Benlloch.