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las arcas municipales afrontan falta de ingresos, incremento del gasto y sentencias en contra

Vila-real se ve abocada a aplazar obras por valor de 170.000 euros para pagar los atrasos a funcionarios

20/09/2019 - 

VILA-REAL. El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado este viernes un ajuste presupuestario para hacer frente a los retrasos en el pago de horas extra, productividad y ayudas sociales a los funcionarios, a causa de las dificultades económicas del consistorio al cierre de 2019 por el aumento de gastos en cuestiones como la recogida de residuos; el capítulo de Personal por la contratación de trabajadores en departamentos como Servicios Sociales y la actualización de salarios de los funcionarios; y el pago de intereses de sentencias urbanísticas derivadas de la etapa del PP.

Según el alcalde, “todo ello está haciendo que el año sea tremendamente difícil”, subraya Benlloch, quien lamenta especialmente que “nos haya causado un retraso en el pago de horas extra, productividad y ayudas sociales a los funcionarios”. En la actualidad, el consistorio adeuda cerca de 500.000 euros en este concepto, de los que unos 177.000 corresponden a horas extra desde octubre de 2018; 220.000 euros a la productividad desde el mes de marzo y 25.000 euros a ayudas sociales.

Benlloch ha pedido disculpas por la demora en abonar estos conceptos a los empleados municipales y ha avanzado que el equipo de gobierno ha decidido aplazar dos proyectos previstos en el presupuesto de 2019 con el fin de destinar este dinero a saldar parte de las cantidades adeudadas a los funcionarios.

Actuaciones aplazadas a 2020

El primero de estos proyectos es la apertura de la piscina de Aquaesport, una actuación que contaba con una partida de 40.000 euros en las cuentas de 2019 y que el alcalde considera “necesaria” pero que tendrá que esperar al presupuesto de 2020; la segunda de las obras que se aplazará será la instalación de un complejo de juegos infantiles de grandes dimensiones en el jardín de Jaume I, para la que se habían consignado 125.000 euros en las cuentas municipales. “Con este ajuste lograremos alrededor de 170.000 euros, con los que haremos frente a una parte de las horas extra y las ayudas sociales”, señala el primer edil, quien ha explicado que la intención es pagar parte de este dinero en la nómina de este mes o en una nómina extraordinaria en las próximas semanas.

El alcalde ha asegurado que otros proyectos que también se había valorado aplazar, como la adecuación de aceras y entorno del colegio Carmelitas o la remodelación de la calle Ramón y Cajal, sí se llevarán a cabo en este tramo final del año, con una inversión de 90.000 euros, “por una cuestión de responsabilidad ya que se trata de obras necesarias para la seguridad de peatones y conductores”.  

Benlloch, por otro lado, ha recordado que “tenemos muchas dificultades para acabar el año fruto de tres causas principales: por un lado el sobrecoste en la gestión de residuos de más de 600.000 euros anuales que nos genera distorsiones en el pago dado que Vila-real no tiene tasa de basuras y tenemos que recurrir a recursos ordinarios”. 

“Por otro lado –ha añadido el alcalde- se ha producido un incremento importante en el capítulo de Personal porque hemos hecho un esfuerzo para cubrir plazas, especialmente en el departamento de Servicios Sociales, para dar salida al retraso en los expedientes de ayuda a la dependencia y hacer frente a nuevas competencias, lo que ha supuesto la contratación de unos 25 trabajadores”. Esto, unido a la actualización salarial para compensar la pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios en los últimos años, ha incrementado el gasto del capítulo de Personal en 1,8 millones de euros anuales.

La tercera de las causas es el “gran problema” del Ayuntamiento de Vila-real, ya que “continuamos sufriendo los mazazos de los empastres del urbanismo del PP”, como las reclamaciones de intereses de demora por parte de propietarios que tienen sentencias a su favor, y que supone más de 300.000 euros al año, que deben abonarse con recursos ordinarios.

A estas tres cuestiones, Benlloch suma la previsión de reducción de ingresos en 2020 por una bajada en las transferencias del Estado, menos ingresos por plusvalías y la pérdida de 180.000 euros de IBI por la liberalización de la AP-7. Por ello, el alcalde ha recordado que el equipo de gobierno deberá tomar decisiones como la actualización del IBI por primera vez en ocho años “porque no podemos perder oportunidades y no podemos estar sólo pagando ‘empastres’ del PP mientras la ciudad se arruina y no se prestan los servicios como es debido”.

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