La presidenta de Les Corts, Llanos Massó, durante su comparecencia este jueves. Foto: VOXVALÈNCIA. La polémica con el premio Guillem Agulló en Les Corts sumó este jueves un nuevo capítulo dentro de la trama de enredo protagonizada por el PP y Vox. Y, en esta ocasión, con lo que se convirtió en toda una posición de desafío por parte de los voxistas frente a sus socios populares. No lo dijeron de esta manera, pero el mensaje que querían lanzar era de primer aviso: "El premio no se va a dar porque no queremos y recordad que nos necesitáis". Lógicamente, en el juego político todo se expresa con otras palabras más correctas y comedidas. Aunque en el fondo, la idea es la misma.
La controversia deriva de la semana pasada, cuando el PP y Vox comunicaron tras la celebración de una Junta de Portavoces la eliminación del galardón, que se lleva otorgando en la Cámara desde hace varios años. Éste proviene de una declaración institucional firmada por todos los grupos en 2016 (incluyendo los populares) en la que se comprometían al impulso de un premio a iniciativas y personas destacadas por su lucha contra el racismo, la xenofobia y los delitos motivados por el odio. También animaban al pueblo valenciano a recordar la memoria de Guillem Agulló –asesinado en 1993 por un grupo de fascistas– y de todas las víctimas de delitos de odio.
Pero el PP y Vox argumentaron, sin embargo, que el nombre del premio fue algo decidido de manera unilateral por el entonces presidente de Les Corts, Enric Morera. Además, el portavoz popular, Miguel Barrachina, recordó que las declaraciones institucionales decaen cuando finalizan las legislaturas y que ellos se encontraban dispuestos a impulsar una nueva en la que se reconozca a todas las víctimas de delitos de odio y de motivaciones políticas.
Morera salió a negar las acusaciones remarcando que el galardón nunca pudo salir adelante si no hubiera sido por la unanimidad de los órganos del Parlamento en los que se encontraban todos los partidos representados (en aquella época no estaba Vox). La oposición del PSPV y Compromís, además, criticó a la derecha por romper consensos básicos.
Ya el pasado martes, la Generalitat de Catalunya anunciaba que asumiría la organización y entrega del premio tras acordarlo con la familia de Guillem Agulló. Entre los miembros del jurado estará Morera.
Después de todo ello, el PP no parecía satisfecho con el balance global de lo ocurrido. Los populares navegan en los equilibrios con Vox. La supresión del galardón en Les Corts responde, en realidad, a algo impulsado por estos últimos. Los populares, socios de ellos en el Consell, cedieron a sus pretensiones, al igual que a otras en el Parlamento autonómico. Pero los equilibrios a veces no resultan sencillos para el PP, que tiene trazada la estrategia de tratar de mantener blindado el Gobierno autonómico –y, por lo tanto, la gestión– bajo su control, pero que a su vez ha de visibilizar un papel más transigente con los voxistas en un lugar como son Les Corts. Sin embargo, su posición respecto al premio de Guillem Agulló –un tema sensible al tratarse de una persona asesinada– no parecía que hubiera sido la mejor.
Así que el secretario general del PPCV, Juanfran Pérez Llorca, propuso repescar el galardón en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, en la que es el portavoz. El objetivo, afirmó, es "retomar el consenso como reconocimiento a entidades y personas que luchan contra los delitos de odio en la Comunitat Valenciana". Como en la entidad no está Vox, necesitará el apoyo del PSPV y Compromís.
Los populares aludieron entonces al mensaje de que, con el nuevo escenario en la Cámara autonómica esta legislatura y a presencia de Vox, el consenso ha resultado imposible. Una manera de desmarcarse así de sus socios.
Pero sus socios se han cabreado y lo han querido dejar claro. El primero en salir a decirlo fue el portavoz en Les Corts, José María Llanos, quien se despachó con un "qué pena dan" en la red social 'X' (Twitter) tras conocer la iniciativa en la Federación de Municipios.
La segunda fue este jueves la presidenta del Parlamento autonómico, Llanos Massó, quien salió a ofrecer declaraciones a los medios de comunicación en los pasillos de la Cámara tras la sesión de control al presidente de la Generalitat, Caros Mazón. Una comparecencia en la que tan importante fueron sus afirmaciones como la escenificación. Massó apareció acompañada del vicepresidente del Consell Vicente Barrera; de la consellera de Justicia, Elisa Núñez; y del grupo parlamentario al completo. Toda una declaración de intenciones que también, y como suele ser habitual en Vox, era conocida desde Madrid.
El objetivo, además de evidenciar que lo de Guillem Agulló no va con ellos aunque se trate de un asesinado, era recordar al PP que tienen perfil propio y que, como socios, los necesitan. Incluyendo, por supuesto, en Les Corts, donde cuentan con 13 diputados y dieron sus votos para investir a Mazón.
"El premio Guillem Agulló no se va a otorgar este año porque provenía de una declaración institucional en 2016 que se aprobó con una mayoría 2016 que nada tiene que ver con la de ahora. Parece que las políticas y las medidas implantadas por algunos estén escritas en piedra y sean inamovibles. Bueno, pues no son inamovibles", zanjó la presidenta de la Cámara.
Massó trasladó que en su partido condenan "todo tipo de violencia y absolutamente todos los crímenes violentos que se producen, lo realice quien lo realice y sean quien sean las víctimas". Sin embargo, explicó que la declaración institucional "decayó en una Junta de Síndics y eso es simple y llanamente lo que se ha hecho". "Si a partir de ahí se quiere montar revuelos, se quiere politizar e ideologizar la muerte de una persona, nosotros evidentemente no somos los responsables", subrayó.
"Nosotros lo que consideramos es que, primero, no se puede instrumentalizar la muerte de una persona y consideramos que con Guillem Agulló se estaba instrumentalizando su muerte por parte de la izquierda y de los separatistas. Y, desde luego, como digo, una declaración institucional no es a perpetuidad", insistió. La presidente de Les Corts aseguró que no están en contra de un premio a las personas que luchan contra los delitos de odio y remarcó que estudiarán la propuesta que se haga, sea una nueva declaración institucional o una iniciativa.
Por el momento, no se ha impulsado nada de ello. Y la izquierda renuncia a llevar la iniciativa. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, que el miércoles anunciaba una propuesta de acuerdo en la Mesa para recuperar el premio, echaba marcha atrás este jueves porque, manifestó, la familia de Guillem Agulló les ha trasladado que consideran que "quien ha quitado el premio es quien ha de restituirlo". Lo mismo hará el PSPV, cuyo síndic, José Muñoz, ve la situación "insostenible". Ambos grupos dejan la pelota en el tejado del PP para que lo impulse en el Parlamento si así lo desea.
Mientras, el grupo socialista de la Diputación de Valencia propondrá que la institución recupere los premios contra la intolerancia que llevan el nombre de Guillem Agulló. "La figura de Agulló, su significado y lo que representa de rechazo al odio y el fanatismo están perfectamente asumidos por parte de los valencianos y las valencianas desde hace tres décadas, pese a la boicot de la derecha y la ultraderecha", señalaron en un comunicado. El portavoz del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, comentó que la corporación "no puede abstraerse ni hacer dejadez" tras la eliminación por parte de PP y Vox en les Corts Valencianes del galardón.
