CASTELLÓ. El resumen del año 2022 para Zschimmer & Schwarz España es que ha tenido seis meses muy buenos y otros seis con menos demanda, además de un último trimestre con muchas novedades debido a la asimilación de nuevas divisiones del grupo. Un cómputo que les hace acabar el año con “un 10% de crecimiento con respecto al 2021”, según las previsiones del gerente, Pedro Hernández, puesto que queda por cerrar el mes de diciembre.
Este ha sido un año convulso para el clúster de Castellón. La invasión de Ucrania por parte de Rusia, en febrero, añadió complicaciones para la exportación de materiales necesarios para el sector cerámico. En palabras de Hernández, esto les obligó “a trabajar como no lo habían hecho nunca” para satisfacer la fuerte demanda, puesto que una de sus principales líneas de negocio es ofrecer aditivos químicos adecuados, así como soluciones para optimizar recursos en la fabricación de azulejos.
El empleo ha crecido también un 5% este año en Zschimmer & Schwarz. Se han hecho nuevas contrataciones, al necesitar expertos en otras divisiones que están potenciando en la compañía. De hecho, Industrial Specialities (especialidades industriales), la división dirigida por Carlos Vivas, ha crecido estos últimos doce meses en volumen de negocio, estructura y beneficios. Es la división más heterogénea y su misión es proveer de productos químicos a medida a diferentes industrias (como la agroquímica, la papelera o el tratamiento de aguas), con tal de mejorar su rendimiento.
Otra de las novedades que justifica el aumento de la plantilla es la asunción en el último trimestre de la responsabilidad de la división Paints & Coatings (productos para el tratamiento y revestimiento de superficies como madera, papel, metal, textiles y hormigón), así como la ampliación del catálogo de productos de Cleaning Specialities (productos de limpieza).
La previsión de Hernández para 2023 es consolidar los buenos resultados y continuar trabajando en los productos que se están ofreciendo. “Uno de los principales retos a los que nos seguiremos enfrentando es el problema energético y la escasez de materias primas”, explica el gerente. Especialmente, debido al conflicto entre Ucrania y Rusia.
Ucrania era el origen principal del 70% de las arcillas blancas importadas. Más concretamente, se extraían del Donbás, una de las zonas más golpeadas por el conflicto, con lo que el suministro está comprometido por un periodo más o menos extenso. Se desconoce cuándo se puede restablecer la operatividad de las minas, de los puertos, y si esa zona va a quedar bajo dominio ruso o sujeta a sanciones.
En todo caso, desde Zschimmer & Schwarz están promoviendo soluciones. Por un lado, ayudan a adaptar la producción en los hornos con las arcillas alternativas a las ucranianas. Por otro lado, trabajan en aditivos que consiguen que las pastas adquieran un estado de viscosidad adecuado con la menor cantidad de agua posible. “Siempre depende de cada caso en concreto, pero con esta solución se puede llegar a ahorrar más de un 10% de agua y más de un 10% de energía”, senala Hernández.