Castelló sufre el enésimo ajuste por la covid-19 y la agenda política recupera las reuniones telemáticas

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló sufre su enésimo ajuste por la covid-19 y la agenda política recupera las reuniones telemáticas. Al menos, comienza a ganar terreno sobre las convocatorias presenciales, restituidas en septiembre cuando la situación epidemiológica permitió retomar la normalidad. Sin embargo, con un empeoramiento en las últimas semanas, la posibilidad de volver a los encuentros virtuales cobra cada vez más fuerza a fin de garantizar la actividad parlamentaria. Así lo subraya la alcaldesa, Amparo Marco, quien insiste en lo imperativo de dar "ejemplo" como institución para concienciar a la ciudadanía respecto a la obligatoriedad de evitar las citas de más de seis personas.

Instituida la celebración de las juntas de portavoces vía plasma, ahora los presidentes de las distintas comisiones de estudio (Ordenación del Territorio o Buen Gobierno) valoran aplicar la medida. Según informan fuentes municipales, todavía no existe una decisión definitiva, que va a depender de la evolución de la pandemia en los próximos días.

Tampoco desde Ciudadanos hay una resolución conclusiva acerca del desarrollo del grupo de trabajo que investiga los contratos de suministro y equipamiento de la sala de Emergencias y Seguridad (Policía Local). No obstante, la presidencia, en poder del edil naranja Vicente Vidal, plantea implantar la videoconferencia a partir del cónclave de este viernes, en el que se pretende establecer un calendario para la prueba testifical, esto es, de comparecencias públicas.

Por lo que respecta a los plenos, la primera munícipe trabaja con los servicios jurídicos del consistorio en la elaboración de un decreto que permita las asambleas mixtas, en previsión de que puedan producirse nuevos episodios de confinamiento entre los concejales, como el que afectó precisamente a los que integran el grupo municipal de Cs la semana pasada.

Varios confinamientos

Tres de los cuatro regidores naranjas (el citado Vidal, Alejandro Marín-Buck y Esteban Ventura) tuvieron que aislarse tras haber estado en contacto con un positivo de coronavirus, aunque la cuarta edil, Paula Archelós, también debió confinarse por el mismo motivo, pero por una situación relacionada con su entorno laboral. Al final, y para garantizar la participación de todos ellos, pudiendo votar los distintos puntos del orden del día (requerimiento del topónimo o mociones), la convocatoria se desarrolló por medios telemáticos. Este miércoles el gobierno municipal anunció la reclusión del titular de Fiestas, el socialista Omar Braina, hasta el 12 de noviembre.

El ayuntamiento reemprendió las sesiones de carácter asistencial el pasado 15 de septiembre, con ocasión del Debate sobre el Estado de la Ciudad. Lo hizo después de obtener la autorización de prevención de riesgos laborales, que emitió un informe favorable sobre las condiciones de seguridad del salón de plenos, estableciendo el límite máximo de aforo en 32 personas (la cifra de concejales asciende a 27).

Hasta esa fecha, y desde abril, las distintas convocatorias se regularon bajo la modalidad virtual, lo que permitió restablecer la rutina legislativa. Así, gran parte de los acuerdos se focalizaron en el plan de reconstrucción a consecuencia de la crisis derivada por la covid-19. Al producirse en los meses de verano una evolución favorable, aliviándose las medidas decretadas por el Gobierno, la nueva normalidad parlamentaria se instaló en la corporación. No solo se volvió a la presencialidad con los plenos, sino también con las comisiones o juntas de gobierno. Ahora, ante un agravamiento, la videoconferencia adquiere otra vez protagonismo.