CASTELLÓ. El toque de queda establecido por el Consell, al amparo del segundo estado de alarma del Gobierno, amenaza con un nuevo confinamiento político en el Ayuntamiento de Castelló y la Diputación Provincial. Ambas entidades valoran a corto plazo restituir los plenos telemáticos ante la nueva situación epidemiológica. La Generalitat Valenciana avala la medida tras remitir una nota informativa sobre recomendaciones en las instituciones públicas por las circunstancias excepcionales, que aconsejan limitar "la presencialidad a lo estrictamente necesario".
De hecho, el consistorio ya celebró este lunes sus habituales comisiones de forma virtual, aunque la sesión ordinaria del jueves mantendrá la obligatoriedad de asistencia para los 27 concejales de la corporación, con la salvedad de los tres de Ciudadanos que se encuentran en cuarentena por un positivo dentro del equipo del grupo municipal. No obstante, fuentes de Alcaldía señalan que las decisiones que se tomen en el futuro sobre recurrir al plasma con vistas a garantizar la actividad parlamentaria estarán sujetas a la evolución de la pandemia.
En cualquier caso, el Ayuntamiento constituirá este martes el Centro de Coordinación Operativo Municipal (Cecopal), un comité de coordinación política y técnica ante situaciones de emergencia o preemergencia. El objetivo estriba en "reforzar la respuesta ante esta segunda ola de la pandemia", señala la alcaldesa, Amparo Marco. "En estos momentos, la prioridad es contener la propagación del virus, por lo que tanto el Gobierno como la Generalitat cuentan con la colaboración del consistorio para velar por el cumplimiento de las restricciones", agrega.
En la administración que preside José Martí, también han empezado a modificarse algunas pautas de funcionamiento. A través de un correo interno a los cuatro partidos se ha informado que, "con el fin de prevenir y evitar situaciones de riesgo innecesarias", tanto en las sesiones de la Junta de Gobierno como en las sesiones informativas, la ubicación será el salón de recepciones y no el plenario, como hasta ahora. La mayor amplitud del primero garantizará un cumplimiento más exhaustivo de las medidas sanitarias.
Además, las tres convenciones municipales que todavía faltan por celebrarse, de las seis programadas, se desarrollarán por vía telemática, empezando por la convocatoria prevista en Borriol para este miércoles. Los alcaldes y alcaldesas de la comarca de la Plana Alta finalmente no se moverán de sus municipios y se reunirán con el presidente de la Diputación mediante videoconferencia. Las dos últimas citas, en l'Alcora (4 de noviembre) y Altura (6 del mismo mes), igualmente tendrán un carácter virtual.
La Diputación puso fin a su etapa de sesiones telemáticas con el regreso a la presencialidad el 21 de julio. Durante tres meses, desde el 7 de abril, mantuvo su actividad plenaria a través del programa Zoom Meeting, en una prueba piloto que supuso un éxito y rompió la barrera de la distancia. No en vano, sirvió como referencia para el Ayuntamiento de la capital de la Plana, que utilizó la videoconferencia como alternativa hasta el 17 de septiembre. El Debate sobre el Estado de la Ciudad permitió retomar cierta normalidad con la vuelta de los ediles. Eso sí, con un límite de aforo, no excediendo de las 32 personas entre regidores y funcionarios.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara