Castelló tiene vía libre para redactar la ordenanza que regula la venta en el Mercado del Lunes

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló despeja el camino para perfilar la ordenanza que regula la venta ambulante en el Mercado del Lunes. La consulta pública finaliza este jueves, sin que hasta el momento se tenga constancia de la presentación de alguna propuesta de las personas y organizaciones potencialmente afectadas.  

Sin sugerencias que resolver, el Consejo Sectorial de Comercio ya tiene definida su hoja de ruta. Así, en la convocatoria de septiembre prevé abordar el desarrollo de la norma para elevarla a los distintos órganos con vistas a su aprobación definitiva durante 2021.

Una vez asumida la gestión directa del recinto por la liquidación de la adjudicataria, el Ayuntamiento de Castelló pretende disponer cuanto antes de una reglamentación que concrete las particularidades de la venta no sedentaria y que establezca los requisitos para su desarrollo. No solo se trata de mejorar las condiciones de trabajo de los comerciantes, sino también de contribuir a su profesionalización, introduciendo criterios de innovación. En esta línea, existe una firme apuesta por el producto autóctono y de proximidad para favorecer a los agricultores locales.

La consulta pública se inició a principios de mes, en cumplimiento del artículo 133.1 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, previa a la elaboración de la ordenanza para recabar la opinión de los colectivos y partes afectadas o interesadas.

La decisión de plantear una legislación sobre el Mercado del Lunes se tomó en mayo, cuando el Ayuntamiento decidió recuperar la instalación ante la grave situación de Refeyme SL, concesionaria desde febrero de 2006 por un periodo de 40 años. En concurso de acreedores y con una deuda acumulada de 10 millones de euros, la mercantil trasladó al equipo de gobierno su incapacidad económica y legal para continuar adelante.

En funcionamiento desde el 22 de junio

La instalación permaneció cerrada varios meses, desde el estado de alarma en marzo hasta el 22 de junio, fecha en que reabrió sus puertas. Durante las primeras semanas, tras la reapertura, únicamente pudieron montar los puestos de alimentación o primera necesidad. Alrededor de 60. Posteriormente, el 6 de julio, se incorporaron los de venta textil. Eso sí, siempre con una notable reducción de tenderetes.

Además, para ofrecer las máximas garantías, se establecieron una serie de medidas sanitarias ante la covid-19. Entre ellas, la separación de los negocios por una vía de tránsito de 6 metros, con un espacio mínimo de 2,5 metros entre los laterales. Igualmente la utilización de guantes de protección y mascarillas, siguiendo las instrucciones y recomendaciones de higiene. Por último, la colocación de dispositivos para residuos, así como la habilitación de puntos de control en los accesos para facilitar la desinfección de los clientes mediante el uso de hidrogeles.