CASTELLÓ. Castelló se asegura tres meses de chiringuitos de playa y el resto de la provincia también, a falta del aval del Ministerio de Sanidad. El Servicio Provincial de Costas autoriza la explotación de los merenderos este verano, incluso antes del 1 de julio si no están en arenales protegidos, pero el Gobierno tiene la última palabra sobre las aperturas, siempre en función de la evolución de la pandemia.
La capital de la Plana aspira a avanzar al 1 junio el inicio de la temporada veraniega, aproximándose a lo que era el calendario habitual, del 20 de mayo al 30 de septiembre. Para que al final los locales puedan abrir en unas semanas, coincidiendo con la Fase 2 de la desescalada, el Ayuntamiento mantiene negociaciones con Costas.
En principio, la licencia concedida tiene fecha para el 1 de julio, ateniendo a lo que establece el Plan de Acción Territorial de Infraestructura Verde del Litoral (Pativel) acerca de la conservación medioambiental de la fauna en playas urbanas. Sin embargo, el consistorio entiende que las zonas del Pinar y Gurugú, al carecer de especies susceptibles de protección, merecen una mayor flexibilidad para que el permiso se otorgue a partir del 1 de junio. En consecuencia, prevé formalizar en breve la correspondiente solicitud complementaria con el nuevo plazo tras presentar una primera instancia semanas atrás.
En efecto, si Costas acepta la nueva petición del Ayuntamiento, los cuatro chiringuitos previstos en ambas playas estarían en disposición de abrir tras el 31 de mayo. Solo uno saldrá a licitación, el aprobado este jueves por la Junta de Gobierno Local y que forma parte de un expediente dividido en cinco lotes para la explotación de servicios. A los otros tres locales se les prorrogará la concesión otorgada en 2019, como confirma el portavoz del gobierno municipal, Rafa Simó.
Tanto los merenderos como el resto de establecimientos de playa (alquiler de embarcaciones, quioscos de prensa y helados y un punto de masajes) están sometidos a las medidas que marquen las autoridades sanitarias y al protocolo de seguridad frente al coronavirus.
Independientemente de las conversaciones con Costas para conseguir un mes más, el equipo de gobierno confirma que desde el 1 de junio ya se prestará servicio de salvamento y socorrismo en los arenales del término municipal.
Si en ese momento, en base a las medidas que contemplan las etapas de desconfinamiento, ya está permitido el baño (y tomar el sol), la prestación será la ordinaria. Si no está permitido entrar en el agua para refrescarse, el personal se dedicará a tareas de preparación, formación, información a quienes vayan a la playa a realizar las actividades permitidas y a vigilancia.
El uso y disfrute de las playas de Castelló este verano se encuentra sujeto a garantizar la seguridad y la protección de la salud de la ciudadanía. Al respecto, según advierte la presidenta del Patronato Municipal de Turismo, Pilar Escuder, se trabaja con la "máxima prudencia" y revisando todos los borradores de protocolos, tanto estatales como autonómicos, para adaptarlos al ámbito municipal y activarlos cuando el plan para la transición hacia la nueva normalidad del Gobierno lo permita, en el marco de las fases de desescalada.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara