CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló está decidido a garantizar la apertura de chiringuitos de playa este verano. Por un lado, baraja prorrogar la concesión de los tres establecimientos que abrieron durante 2019 en el Pinar y El Gurugú. Por otro, prevé autorizar un cuarto merendero en el Serradal a tenor de la propuesta de Turismo, que recoge cinco lotes para la contratación de los servicios de temporada. Los otros cuatro corresponden a un puesto de masajes, a otro de alquiler de embarcaciones y a dos de quioscos de prensa y helados.
Los locales se ajustarán, previsiblemente, a los pliegos de prescripciones impulsados en años precedentes. Eso sí, se hará especial énfasis en el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias en cuanto a limpieza y desinfección de las instalaciones. También, acerca del distanciamiento social con dos metros de separación entre las mesas y otros mobiliarios auxiliares.
Entre las características técnicas, destacan la superficie a ocupar por cada chiringuito, con un máximo de 150 metros cuadrados (20 de ellos cerrados), con piezas prefabricadas y desmontables, sin posibilidad de instalar carpas. Las estructuras deben ser modulares en madera para facilitar que la totalidad del espacio se sustente sobre una base de elementos del mismo material. Los merenderos incorporan dos inodoros por cada sexo, uno de ellos adaptado para personas con discapacidad.
La apertura de los chiringuitos se producirá en el momento en que el Gobierno lo autorice y siempre previa aprobación del correspondiente protocolo de la Generalitat Valenciana.
En este sentido, hasta la Fase 2 no se permitirá, por ejemplo, el baño ni tampoco tomar el sol en la playa. Además, como pronto, habrá que esperar hasta el 29 de junio para disfrutar de la nueva normalidad, teniendo en cuenta que cada salto en la desescalada contempla un periodo de 14 días.
De hecho, el final del desconfinamiento determinará, presumiblemente, el inicio de la temporada para los chiringuitos. Tradicionalmente el comienzo se producía el 20 de mayo, mientras que el cierre se decretaba para el 30 de septiembre. Todo hace indicar que esta última fecha se mantendrá. Sin embargo, respecto al arranque, dependerá en buena medida de la evolución de la pandemia y el avance hacia las siguientes fases.
Al respecto, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, anunció este martes que el Gobierno valenciano no presentará la solicitud para cambiar de situación, como había avanzado el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el domingo anterior.
Barceló justificó la decisión en la "prudencia" debido al ascenso del "índice reproductivo básico" -promedio de casos nuevos- del virus, que había pasado en apenas unos días del 0,66 al 0,85, cuando se considera el 1 la cifra de peligro.