Acuamed proyecta invertir 18 millones en tuberías desde las desaladoras para repartir los costes

19/01/2019 - 

CASTELLÓN. Aguas de las cuencas mediterráneas (Acuamed) la sociedad que ha construido las dos desaladoras de la provincia de Castellón, plantea invertir 18,2 millones de euros en la ejecución de nuevas conducciones desde las plantas de Cabanes-Orpesa y Moncofa para captar usuarios que se sumen a los ayuntamientos con convenio firmado. De esta forma la entidad estatal pretende captar nuevos clientes y repartir los costes fijos entre más localidades de las cinco que actualmente han pactado usar su agua. 

En concreto, la sociedad pública plantea, a partir de 2021, la inversión de dos millones en cada una de las plantas y, en el 2022, 8 más en la de Moncofa y otros 6,2 en la de Cabanes-Orpesa. Así lo recogen los Presupuestos Generales del Estado para 2019 que han llegado esta semana al Congreso. Aunque las cuentas no salgan adelante, la previsión de Acuamed es llevar a cabo estas conducciones. De hecho, en Presupuestos anteriores ya se recogía una partida de 8,2 millones para las tuberías que deberían permitir llevar el agua de Moncofa a Vila-real y al sur de la ciudad de Castellón. 

Desaladoras "comarcales"

Con ello se busca "tratar de solventar el problema de la capacidad instalada, no requerida por los ayuntamientos, y racionalizar el coste del agua producida" repartiendo los costes fijos entre más localidades, que se sumen a Moncofa, Xilxes, Benicàssim, Cabanes y Orpesa. Se trata de "ampliar el ámbito de actuación de las desaladoras al objeto de reconvertirlas de un ámbito local a otro comarcal", señalan fuentes de Acuamed. De hecho, el grupo cerámico STN ha expresado a la Confederación Hidrográfica del Júcar su voluntad de abastecerse de agua desalada para sus instalaciones de Nules, pero a quien debe solicitar el recurso hídrico es al ayuntamiento y este, en todo caso, debería recibir el agua de la planta de Moncofa.

Y es que, con más usuarios habría una mayor demanda de agua y esto "permitiría llevar a las desaladoras a un nivel de producción cercano al de su diseño original". Con esto se conseguiría "el reparto de los costes fijos (entre ellos la tarifa de amortización) entre un mayor número de usuarios" y, a su vez, "permitiría ofertar una tarifa mucho más atractiva y asumible por el usuario", señalan las fuentes de la entidad pública. 

No en vano, ambas plantas son actualmente plenamente operativas, como han repetido en varias ocasiones desde Acuamed. El motivo de que aún no hayan entrado en producción es que "varios de los ayuntamientos" anteriormente citados "han comunicado reiteradamente que el volumen de agua que figura en sus respectivos convenios excede ampliamente sus necesidades actuales". Esto les supondría además unos gastos que lastrarían las cuentas municipales. 

El acuerdo con los ayuntamientos, aún pendiente

Esta parálisis ha llevado a que la Unión Europea haya amenazado con recuperar los 33,4 millones de euros que invirtió, a través de los Fondos Feder, para la construcción de las plantas. Antes de que acabe marzo ambas deben estar en funcionamiento. Para ello, Acuamed "está ofreciendo a los actuales usuarios (los ayuntamientos) unos acuerdos provisionales que les permitirá consumir agua desalada de forma progresiva y acorde con sus necesidades actuales". Es decir, a un caudal muy bajo. 

El acuerdo todavía no ha sido firmado, a la espera de superar los últimos trámites burocráticos, pero también incorpora una carencia en el pago de los costes fijos, de forma que los municipios dispondrían de varios años a la espera de ver si aumentan sus necesidades de agua. También tendrá este lapso de tiempo Acuamed para buscar nuevos clientes. Los Presupuestos del Estado plantean que en el 2022 deberían acabar las obras de las nuevas conducciones. Habrá que ver si hay más municipios interesados. 

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