CASTELLÓN. "¿Se puede ser más trepa?". El tweet de la exsecretaria general del PP de Castellón, Elena Vicente-Ruiz, contra el principal referente de Pablo Casado y Teo García-Egea en la provincia, Salomé Pradas, ha escenificado el nivel de tensión que hay en el Partido Popular tras el estallido de la crisis nacional y, además, que el PP en la provincia y en la Comunitat no se ha hecho el laborioso proceso de cicatrización de heridas tras los congresos de hace unos meses.
Vicente-Ruiz se ha mostrado especialmente beligerante desde el jueves pasado en las redes sociales defendiendo a Isabel Díaz Ayuso mientras que Salomé Pradas hacía lo propio con Pablo Casado. El cambio de criterio de la senadora, quien ayer reclamaba un congreso extraordinario en línea con el PP de la provincia y el autonómico, fue el que provocó el ataque de la todavía diputada provincial quien fuera, además, apartada de la secretaría general y la portavocía de la Diputación tras ganar Marta Barrachina el congreso del PPCS.
Pero, más allá de la guera Casado-Teo con Ayuso, ¿de dónde procede este conflicto? Según explica el entorno de Vicente-Ruiz el 'mal rollo' nace de lo que considera una "grave deslealtad" de la senadora que "pese a estar en el comité de dirección" del expresidente provincial, Miguel Barrachina, y haber ido de número uno al Senado por el empeño de Isabel Bonig, aprovechó su puesto en Madrid para "maniobrar con Egea contra la dirección provincial y regional".
Y el momento en que todo estalló fue cuando "ella y cuatro más conspiraron con Egea y bloquearon el traslado de la sede provincial" impulsada por la anterior dirección provincial, según explican de la versión de la exsecretaria general. Una decisión -la de cambiar de sede- que "fue consensuada y explicada en comité de dirección, contó con el visto bueno de la regional y de Génova" y que respondía a criterios económicos (ahorrar en el alquiler) y de modernidad ya que la anterior sede del Camí La Plana tenía más de 30 años con problemas de humedades, plagas y problemas higiénicos.
Pero, según el relato que ayer explicaban desde el entorno de Vicente-Ruiz, "fueron por detrás y Egea, fiel a su estilo, bloqueó el traslado pese a que los contratos estaban firmados, creando un grave problema a la dirección provincial a la que se traicionó" con el "objetivo" de debilitar a Isabel Bonig, que era la pieza que quería cobrar Casado y Egea.
Sin embargo, la gravedad de la situación -que dejó durante meses el traslado en el aire- se solucionó "porque iba a ser un escándalo político" y coincidió con el anuncio de Casado de trasladar Génova,13. De hecho, aseguran que el hoy secretario regional, Carlos Mazón, medió en el asunto con el propio Egea y su jefe de gabiente, Pablo Cano.
El mismo día en que la entonces dirección provincial recibía la 'fumata blanca' al traslado tras seis meses de bloqueo, Pradas publicó en redes que "quedan muchos capítulos por escribir y el mejor será el final" lo que enervó a la entonces secretaria general quien lo interpretó como "un deslealtad" y una "provocación".
Pradas, por su parte, ha rechazado entrar en la polémica tras el ataque y ha contestado en sus redes sociales que "ante el insulto y la difamación, solo me queda trabajar por mi tierra" a la vez que aseguraba estar orgullosa de ser del PP. Además, sus publicaciones contaron con el respaldo de decenas de afiliados y llamó la atención del expresidente provincial del PP, Carlos Fabra, quien rompió su discreto silencio para apoyar a la senadora, secretaria general del Senado y portavoz adjunta del PP nacional.