EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

Aparecen de nuevo ofertas agresivas de financiación 'gratis' o cómo no aprender nada

11/01/2023 - 

VALÈNCIA. Hace unos días respondí a una llamada de número desconocido. No suelo hacerlo pero aquel día algo me animó a descolgar. Pura intuición me imagino, pero valió la pena para aquí contarles la historia. Resulta que me llamaron desde una empresa financiera para ofrecerme un préstamo así por las buenas y sin yo solicitarlo. No hace falta que les diga cómo se me pusieron los pelos de punta. Una financiera -ni siquiera un banco- ofreciéndome dinero y todo -según ellos- a coste cero claro. Les escuché, me reí un rato y decliné la oferta ante la perplejidad del interlocutor. Es más, éste no entendía nada y estaba tan sorprendido de mi respuesta que no sabía asimilar el golpe de otra manera que seguir insistiendo hasta el punto de hacerme creer que era un 'tonto' por no aprovechar esta 'gran' oportunidad. 

Este es un buen ejemplo que demuestra que han vuelto las prácticas agresivas por facilitar el endeudamiento de los hogares a 'tutiplén'. Y pienso que es mal indicador que dicha campaña esta vez esté impulsada por un actor distinto. Ahora no son los bancos sino empresas intermediarias dedicadas a préstamos personales. No permitamos que un movimiento demasiado agresivo y por puro interés económico amenace con poner en peligro la estabilidad financiera de muchas familias durante los próximos años. 

Lo digo por el entorno económico actual poco previsible, el aumento de la inflación, la consecuente pérdida del valor del dinero y las ya vistas subidas en los tipos de interés. Que la oferta me llegue a mí con conocimientos financiero, no es el tema. Que la campaña llegue a personas que no tienen la suerte de tener estos conocimientos, si me preocupa. Te lo venden como si fuera gratis y como si se tratara de haber ganado en la lotería. Y todo a sabiendas que probablemente el 50% de los hogares españoles no le harían 'pestes' a un desahogo económico para paliar los muchos gastos que se acumulan.

Estas líneas no son una crítica al negocio en sí. Bien empleada, la financiación de los hogares forma un pilar importante de una economía en sana circulación. El problema es cuando se sale de las reglas de la concesión adecuada, ofreciéndolo a la gran masa, sin importar las consecuencias que puede traer en momentos críticos.


Endeudarse en tiempos de subida de tipos de interés y una economía al borde de recesión requiere de una buena planificación. Idealmente se parte con una previsión de futuro conservadora y teniendo como margen un buen colchón económico. Esto permite hacer frente a las obligaciones financieras de este tipo en cualquier circunstancia. Lo cierto es que la gran mayoría de hogares no dispone de este colchón, mientras que los que lo tienen probablemente no acuden a la oferta de financiación, ni mucho menos cuando ni siquiera la han solicitado. Allí es donde, a mi juicio, se rompe el círculo de una sana aplicación en la concesión de créditos. 

La necesidad de generar un mínimo volumen de negocio y la falta de demanda en los perfiles aptos (de menor riesgo) provoca la ampliación del radio de la oferta agresiva a perfiles de menor garantía. Para que todo salga bien, en estos últimos casos, necesitas el ideal: un desarrollo positivo del entorno económico. Pero, ¿quién es capaz de anticipar este ideal? Con un desarrollo económico positivo, me refiero a un mercado laboral estable, con poca alteración en cuanto a los ingresos recurrentes de los hogares, como también una tasa de desempleo que no se vea disparada de nuevo al alza.  

Políticas monetarias

A todo ello habría que sumar el hecho de que las políticas monetarias tradicionales de los bancos centrales ya no parecen ser armas tan seguras para 'enfriar' la subida de precios y la inflación. Si el desarrollo económico mundial está en continua transformación, las políticas monetarias también lo deben estar. Lo que estamos experimentando -al menos en el presente- es el hecho de que parece tener mayor efecto un sistemático control de precios en sectores clave que las subidas de tipo tradicionales. Lo cierto es que lo primero suena a intervención estatal, cuando nuestras economías se han ido construyendo bajo fundamentos del capitalismo...

Todo esto demuestra que la crisis energética obliga a ensayar nuevos métodos para apagar los fuegos. Autoridades monetarias y estados exploran en este sentido, lo que añade incertidumbre. En caso de derivar a una recesión mundial, muchos deudores de préstamos de 'campañas agresivas' no podrían acudir a un colchón económico para capear la marea. Es por ello que me resulta muy poco responsable conceder ahora préstamos cuya garantía cuelgue exclusivamente de una buena marcha coyuntural. Seamos optimistas, por supuesto, pero no ingenuos.

Christian Dürr, socio director de ETICA Patrimonios EAF

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