De acortar plazos a embellecer las calles: así son las mejoras de las empresas para la obra de La Galera 

CASTELLÓ. Tres de las cuatro concurrentes para implantar el alcantarillado en La Galera de Castelló van más allá en sus propuestas y presentan mejoras que redundan en beneficio de los residentes de la urbanización de montaña. Las castellonenses Civicons y Juan José Sánchez López (Jujosa) y la valenciana Pavasal plantean aprovechar las obras para aumentar el mobiliario urbano, colocar elementos que incrementen la seguridad vial o reperfilar algunas vías.

Entre las novedades más significativas respecto al pliego de prescripciones técnicas y administrativas, cabe mencionar la instalación de 40 papeleras de polietileno, la renovación de las calles Ensegueres, San Cristóbal y Camino del Francés y la ampliación de bandas sonoras reductoras de velocidad. Incluso, Jujosa garantiza una rebaja del plazo de ejecución al utilizar tres equipos de obra civil en paralelo.

Baremación de los criterios técnicos

Una vez que se han abierto las plicas con los criterios técnicos, ahora la Mesa de Contratación del Ayuntamiento valora cada una de las ofertas para puntuarlas e iniciar la baremación del proceso. Tras los primeros resultados, se procederá a la valoración de los sobres con los aspectos económicos. Aquella postulante que obtenga la mayor calificación tras la suma total será la que se quedará con la licitación.

Además de las citadas Civicons, Jujosa y Pavasal, Becsa también concurre. Las cuatro mercantiles poseen amplia experiencia en actuaciones de estas características, por lo que se presume un concurso muy igualado. Salvo sorpresa mayúscula, habrá que esperar a la última fase del procedimiento para conocer el licitador ganador.

Más de 150 viviendas unifamiliares aisladas 

El contrato tiene un presupuesto de 1,2 millones de euros y el objetivo radica en implantar la red de saneamiento en La Galera, una pretérita reivindicación vecinal. El barrio de montaña cuenta con una extensión de unos 200.000 metros cuadrados y alberga alrededor de 150 viviendas unifamiliares aisladas y edificadas en su amplia mayoría. Desarrollada desde hace muchos años con servicios urbanos como pavimentación, agua potable (parcialmente), red eléctrica en baja tensión, telefonía (aérea) y alumbrado público, la urbanización carece de una red de saneamiento, una reclamación de los residentes desde hace décadas y que hasta ahora no había sido atendida.

De acuerdo con la memoria del proyecto, las obras consisten en la construcción de acometidas domiciliarias para verter el contenido de las aguas fecales hasta un desagüe general. En la actualidad, muchas construcciones cuentan con fosas sépticas o pozos absorbentes propios, que resultan insuficientes para solucionar la problemática en la zona. Esto genera problemas respecto a los aliviaderos.