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MEMORIAS DE ANTICUARIO

Atlas histórico del mueble valenciano: del siglo XIX hasta hoy

4/12/2022 - 

VALÈNCIA. Y después del capítulo anterior que interrumpimos en la mitad del siglo XIX, y más concretamente hablando del “misterioso” taller o talleres de Carlet, con sus peculiares muebles de marquetería policromada, llegamos a finales de esa centuria, y sobre todo al siglo XX. El XIX significa la transformación de las antiguas ebanisterías de los que salieron, desde el final de la Edad Media y a lo largo de cuatro siglos, los muebles a los que nos referimos en el artículo pasado, en pequeñas factorías de piezas más o menos seriadas, aprovechando los avances y el modelo de trabajo impuesto por la Revolución Industrial. Un cierto número de estas pequeñas empresas se transformarían en lo que hoy conocemos como grandes firmas con catálogo propio, producción en serie, división de procesos (diseño y fabricación), empleando los más modernos procesos constructivos y la mirada puesta en los mercados exteriores. Por lo tanto, como tantas veces he referido, la historia es la misma, con sus distintos capítulos, al igual que sucedía con las manufacturas cerámicas, por lo que hablar de una industria del mueble sin hacerlo con carácter retrospectivo o de una industria cerámica sin remontar los siglos es una elipsis en la que no debemos caer. Como decía aquel “es la tradición, amigo”.

También citaba en el artículo anterior la excelente exposición que hasta el día 27 de noviembre fue visitable en el centro cultural Bancaja y con el título de “ El diseño y la modernidad. Pioneros del diseño en la industria valenciana del mueble (1898 – 1986). Una muestra enmarcada en el World Design Capital València 2022”. Comisariada de la mano de su comisario Xavier Giner Ponce transitábamos por los referentes del diseño del mueble y complementos en València desde los últimos años del siglo XIX y, sobre todo, a lo largo del siglo XX. Hay que decir que se trataba de una pequeña, pero muy ilustrativa muestra de este vastísimo territorio, en cierta forma inabarcable, lo que me hizo advertir la necesidad de configurar un gran atlas histórico del mueble valenciano porque ciertamente en muchas ocasiones nos faltan herramientas para identificar y situar cronológicamente muchos de los muebles que nos salen al paso. Es algo que lanzo como propuesta.

 Fábrica de Ventura Feliu y sus muebles curvadosFábrica de Ventura Feliu y sus muebles curvados

El cambio de siglo y las primeras décadas del XX la ocupan, a grandes rasgos dos estilos sobradamente conocidos: ¿qué pasó en el contexto valenciano con el Modernismo y el Art Decó?. En este sentido hay que ser sinceros, y es que, así como en otras artes como la arquitectura, las artes aplicadas que van indisolublemente unidas a esta, o las gráficas son estilos con relevancia en nuestro entorno, sin embargo, en la manufactura del mueble, València y su contexto geográfico no va a estar al nivel de otras zonas geográficas como Cataluña, o ya fuera de nuestras fronteras, Francia, Bélgica, Italia o Centroeuropa. Si bien hubo cantidad- sólo hay que atender la cantidad de mobiliario de esta época todavía existente en muchas viviendas- no se puede decir lo mismo respecto a la innovación, al uso de un lenguaje propio, a la calidad constructiva o al empleo de materiales nobles. Siempre hay excepciones, claro, y a veces tenemos agradables sorpresas como ciertos ejemplos de Martínez Medina, Abad, o Mariano García antes de dedicarse, este último, casi en exclusiva al historicismo barroco. Es un hecho que llama la atención porque estas son décadas en las que, arquitectónicamente, hay un impulso importante en la ciudad de València y otras poblaciones de lo que hoy es la Comunitat Valenciana pero esa pujanza constructiva no va del todo acompañada de una burguesía demandante de un mobiliario de su tiempo como sí lo fue la catalana. En estas primeras décadas del siglo sí que se impone en ciertos ambientes pudientes el llamado mueble “neorrenacentista”, en algunos casos de una gran calidad en la talla pero que no ha sabido sobreponerse al paso del tiempo, siendo un estilo oscuro y pesado, y por tanto, hoy en día abandonado por el mercado. 

En estos años, a pesar de lo dicho, sería injusto no mencionar, quizás una de las manufacturas más interesantes que se funda a finales del siglo XIX y que tiene un enorme éxito en las primeras décadas del XX, como es Ventura Feliu. Empresa que se especializó en el mueble curvado estilo Thonet, adquiriendo la tecnología, la destreza y el conocimiento para lograr estas formas tan sugerentes y atractivas. Ventura Feliu llevó a cabo una gran producción de irreprochable calidad y con un catálogo de diseño propio. 

Fábrica de Point Mobles

El Franquismo instalado en España tras la Guerra Civil es sinónimo de antimodernismo y, por tanto, tampoco representa un avance en el diseño del mueble por el “ombliguismo” del régimen y la impermeabilidad a todo lo que fuesen influencias desde el exterior, al menos en un primer momento. En una sociedad que en buena parte vive sometida a los dictados estéticos del momento “aboca” a la producción masiva de mueble historicista, en muchos casos de gran calidad en la ejecución, al menos en el ámbito valenciano, pero ausente de una innovación destacable. Los anticuarios suelen referirse a este momento directamente como “mueble franquista” con cierto desprecio, y hoy en día tiene un escaso interés en el mercado, precisamente por esas revisitaciones demasiado evidentes a estilos del pasado como el barroco y neoclasicismo francés o esa revisión del art decó, fuera de época, en el que se introducen elementos clásicos. Siempre será mejor el original a la copia. Un mobiliario que se lleva a cabo en los años cuarenta y cincuenta. Los ejemplos “salvables” en esta época desde el punto de vista de la innovación son una rara avis y en la exposición de las que les hablaba hay algunos ejemplos de modernidad como modelos de Mariner, Joaquín Lledó y, por supuesto, Martínez Medina entre otros. La apertura del régimen a parir de los sesenta cambia el panorama y es en esta producción en la que los profesionales y coleccionistas han puesto su mirada desde hace un tiempo para acá. Y es algo lógico que nos fijemos en el mobiliario diseñado a lo largo del siglo XX que presenta además de calidad constructiva, criterios innovadores y, si ha sido diseñado en València pues mucho mejor. Como decía anteriormente, habida cuenta la gran cantidad de documentación existente y a partir de la capitalidad mundial del diseño, como punto de partida, un atlas del diseño valenciano que recogiera tanto el mobiliario como las artes decorativas producidas en nuestro territorio sería una herramienta imprescindible para el uso de muchos profesionales, estudiosos, aficionados y coleccionistas. 

Vestíbulo en Calle Cronista Carreres

Esto no es un resumen de lo que ha sido el mueble valenciano en el siglo XX. Sería esta una tarea imposible y, por tanto, únicamente aspiro a, poco más que, dar una sucesión de pinceladas. Y no es casual este término pues, por primera vez, a partir de los años 50, fabricantes y algunos de los pintores y escultores más relevantes del momento sellan una época de estrecha colaboración. De hecho, alguno de ellos como Joaquín Michavila llega a trabajar como asesor artístico en Martínez Medina. Otros nombres insignes serán José María Yturralde, Hernández Mompó, Alfaro, Ortí, o Amadeo Gabino. Los proyectos de decoración incluían no sólo el mobiliario sino también la intervención artística correspondiente. Hoy, por desgracia, es muy raro hallar alguna estancia que se conserve en el estado original, aunque hace poco tuve la oportunidad de visitar un vestíbulo en la calle Cronista Carreres que conserva todo el sabor, pues todavía permanece in situ el mobiliario de Martínez Medina y obras de Michavila y Nassio Bayarri. Fue, por unos instantes, un viaje a la València de los años sesenta y al mejor diseño del siglo XX.

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