CASTELLÓN. La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón y candidata a la alcaldía, Begoña Carrasco, afronta con optimismo el periodo electoral convencida de que el gobierno municipal acabará en manos del "centroderecha" a partir de mayo, para lo que no descarta pactar con Vox. En una semana en la que se ha conocido la imputación del popular David Barelles en el caso Subdelegación, habla de corrupción y del Código de Buen Gobierno con Castellón Plaza. Promete fomentar el empleo y bajar impuestos, y pese a sus polémicas declaraciones sobre el proyecto educativo feminista l'Escola Canta, asegura que es partidaria de fomentar la igualdad desde las aulas.
- ¿Cómo valora el hecho de que David Barelles haya sido citado a declarar como investigado en el caso Subdelegación?
- Con sorpresa y escepticismo, porque estoy convencida de que se archivará. David Barelles fue el que denunció las presuntas irregularidades ocurridas durante la Subdelegación del Gobierno en Castellón durante la etapa de Zapatero.
- Tras conocerse la imputación de Antonio Lorenzo en el caso, ustedes se han manifestado con contundencia contra el exedil y el grupo socialista. Ahora que Barelles está también investigado, ¿mantienen lo dicho hasta el momento, teniendo en cuenta que su situación procesal es la misma?
- Defendemos la transparencia, la buena gestión y los intereses de los castellonenses, ahora y siempre. Son valores y criterios que no varían bajo ningún concepto.
- ¿Se arrepiente de haber pedido la personación del partido en la causa como acusación popular tras conocer la imputación de Barelles?
- No, en absoluto. Continúa nuestra voluntad de personarnos en la causa. Tenemos hasta el día 21 para formalizar el proceso, mediante el ingreso de la fianza. Estamos reuniendo los fondos y en los próximos días se oficializará y formalizará, dentro del plazo previsto.
- Y respecto a la trama Púnica, ¿le preocupa lo que pueda pasar de aquí a elecciones?
- Me preocupa el uso torticero e intencionado que pueda hacer el gobierno municipal porque es un caso del año 2014 y lo resucitaron para no hablar de sus propias vergüenzas, que era del caso Subdelegación. Pero estoy convencida de que no va a haber absolutamente nada porque no lo hubo en su momento.
- Otro de los frentes judiciales abiertos es el caso de los sobres, en el que están investigados Ali Brancal y Enric Nomdedéu. El próximo 21 de marzo va a ser decisivo porque se sabrá si se admiten o no las cartas que han aportado ustedes como prueba, ¿se atreve a hacer algún pronóstico?
- Es difícil y quiero dejar actuar a la Justicia porque soy jurista y creo en ella, pero espero que se abran los sobres porque es una de las principales pruebas, aunque no la única.
- ¿Qué pasará si el juez no la admite? ¿Habrá caso?
- Sí que hay caso porque hay más pruebas que hemos aportado ya ante la autoridad judicial. Además, me hizo mucha gracia la entrevista de Nomdedéu el otro día, cuando hablaba de los gin-tonics, que él también se bebía, y hablaba sobre los sellos. Si yo fuera su abogado le diría que se ha equivocado porque está reconociendo implícitamente la autoría del hecho. Por la boca muere el pez.
- ¿Qué opina de que las primarias de Compromís hayan puesto a Brancal de número dos?
- Creo que la misma decencia que nos exigían al resto de partidos se la tendrían que exigir a ellos mismo. Vemos imputados en las listas de Compromís a nivel municipal, como estamos viendo a condenados por asesinato en las listas de Podemos a nivel general. Es increíble, que una condenada por asesinato pueda ir en una lista de Podemos. ¿Dónde está la decencia, la reflexión, las líneas rojas y la ejemplaridad que se pedían? Cuando yo me tengo que recetar la medicina que daba para otros, no me la quiero aplicar.
- ¿Si el PP llega a gobernar qué hará con el código ético?
-No nos lo hemos planteado porque tenemos el código que la oposición en aquel momento decidió, cuando nosotros ya planteábamos que podía vulnerar incluso la presunción de inocencia. En un estado de derecho todo el mundo es inocente hasta que se demuestra su culpabilidad, que creo que es donde debería estar la línea o el límite, cuando a uno le ha condenado el juez. Pero aquí la condena venía mucho antes de que te condenara un juez. Tenemos un Código de Buen Gobierno que la oposición decidió, entonces habría que, por consenso, sentarse a estudiarlo.
- ¿Cuáles serían sus primeras medidas si llegara al gobierno municipal?
- Los castellonenses quieren un trabajo para pagar sus facturas y llenar su nevera. No quieren ni vivir de subvenciones, ni tener más problemas de los que tienen en sus casas. Un ayuntamiento eficaz es un ayuntamiento que los ciudadanos no perciben porque no les da problemas. El que les cobra menos impuestos, el que les genera poca burocracia. Por eso queremos eliminar trabas y poner en marcha la ventanilla única para facilitar la vida de los castellonenses. Quiero crear una gran área de empleo y desarrollo económico, que le dé facilidades a las pequeñas y medianas empresas, que es el tejido productivo de esta ciudad, que ayude a los emprendedores que al final son los que generan puestos de trabajo. Y luego una medida simbólica, pero es que ha sido el leitmotiv durante esta legislatura en la que solo se han preocupado de cambiarle el nombre a la ciudad: quiero una ciudad que se llame Castelló y Castellón, donde la gente pueda decidir, vivir y elegir en libertad.
- ¿De verdad hay margen para bajar impuestos?
- Sí lo hay. Estamos haciendo un análisis pormenorizado porque quiero presentar un presupuesto alternativo, no voy a hablar de un presupuesto cero porque hay partidas que están comprometidas. Pero al margen de los números, una deducción muy fácil y rápida. Primero, el informe Panorama de la fiscalidad del Consejo de Economistas Españoles dice que somos la segunda capital que más IBI cobra detrás de Madrid. No lo dice el PP, lo dicen los economistas. Si somos la segunda de toda España, tenemos margen para bajar impuestos. Pero, además, con los propios números de la alcaldesa, el sentido común dice que hay margen para bajarlos, porque no son capaces de gastarse lo que ellos mismo presupuestan, que nos lo recaudan en forma de impuestos. El año anterior les sobraron 17 millones de euros, este año les sobran 14. Para que les sobre el dinero, y luego se acabe yendo a los bancos a amortizar deuda, lo que mejor podemos hacer por los contribuyentes es que el dinero esté en su bolsillo para que se reactive el consumo y para que cada uno decida en qué se lo quiere gastar. Además, curiosamente, este año se van a amortizar deuda de 7 millones de euros y qué casualidad que es el mismo importe de un préstamo que va a pedir el Ayuntamiento para reformar el edificio Borrull, un edificio que había anunciado Ximo Puig y que es competencia de la Generalitat. Al final, la poca inversión de la Generalitat la acabamos pagando los castellonenses. Los anuncios de Puig son un 'yo invito pero tú pagas'.
- ¿Restituiría la Cruz de los Caídos del parque Ribalta si se consiguiera retirar antes de elecciones?
- Sí. Es decir, yo creo que esta legislatura no la van a tirar porque hasta para tirar una cruz hay que ser valiente, y tenemos un gobierno de cobardes que han tomado pocas decisiones por el futuro de esta ciudad. Además, no estamos de acuerdo con el gasto que se genera. Lo enmendamos porque cuesta 80.000 euros el proyecto de derribar la cruz. Pensamos que Castellón tiene otras prioridades y no se lo ha pedido nadie en la calle. Por tanto, nosotros no queremos generar ningún coste.
- ¿Pero considera que la cruz tiene que quedarse donde está?
- El gobierno tiene que dedicarse a otras cosas, a las prioridades de los castellonenses que son el empleo, la sanidad, la educación, tener una ciudad con buenos servicios, la limpieza, la iluminación, la seguridad… de eso se tiene que preocupar un gobierno.
- ¿Estaría dispuesta a pactar con Vox si dan los números para gobernar?
- El pacto de gobierno lo van a decidir los castellonenses. Al final son tendencias y yo creo que la ciudad va a cambiar y va a ir al centroderecha porque la izquierda les ha defraudado. Pero los pactos los decidirán los castellonenses en las urnas. Esta Ciudadanos en liza, ¿y si a ellos les dan los números para pactar con el PSOE? Yo no tengo dudas de que podrían hacerlo. En función de los resultados aritméticos saldrán los pactos postelectorales, pero los decidirán los ciudadanos.
- ¿Habría líneas rojas en un pacto de gobierno con Vox?
- Claro. Salimos a ganar y estoy convencida de que recuperaremos lo que nunca debimos perder, que es la confianza de los castellonenses, porque tenemos el mejor programa, el mejor proyecto de ciudad y el mejor equipo. Pero por supuesto que para todo en la vida hay líneas rojas, en mi vida, en mi familia…
- ¿Y cuáles serían?
- No me lo he planteado porque yo creo que incluso esas líneas rojas las van a decidir los castellonenses.
- ¿Teme el adelanto de Ciudadanos?
- No. Porque creo que la oposición que se ha hecho desde el grupo popular y el trabajo de estos cuatro años no tiene nada qué ver con el otro grupo político y espero que los castellonenses sepan valorar el esfuerzo, el trabajo, la valentía para denunciar determinadas situaciones…
- Se da por hecho que Vicent Sales será su número dos en la lista municipal, para auparle también como presidenciable a la Diputación, ¿cómo será el resto de la candidatura?
- Habrá nombres que repitan pero también nuevas incorporaciones porque, por fortuna, tenemos mucha gente valiente, preparada y dispuesta a trabajar por la ciudad en nuestras listas. Va a ser una lista equilibrada, con hombres y mujeres, estamos trabajando para que se combine juventud con experiencia, aquí no sobra nadie. Y por supuesto que Vicent Sales estará en la lista porque, lo digo sin tapujos, es mi apuesta para ser el próximo presidente de la Diputación. Espero que lo sea si los castellonenses así lo eligen aunque sea indirectamente.
- ¿Juan José Pérez Macián estará en esa candidatura?
- Creo que Juanjo ha aportado mucho durante esta legislatura, pero también lleva mucho tiempo, ha podido aportar porque tiene mucha experiencia municipal y quizá sea hora de otros retos.
- ¿Cómo se quedará el partido después de la marcha de Javier Moliner?
- Es uno de los mayores baluartes que ha tenido nuestro partido, pero dicen que las personas pasamos, las obras se quedan. Y él ha elegido dar un paso al lado, yo espero que esté al lado. Y por supuesto que no queremos dejarlo de lado.
- ¿Les deja de lado él a ustedes en un momento crítico para el partido?
- Es una decisión personal que no entro a valorar porque también comparto la idea de que la política es temporal. Yo no soy política, yo estoy en política, soy abogada. Es una distinción importante, porque ahora con la irrupción de nuevos partidos hay mucha gente que ha venido a la política a vivir de ella. Yo no, yo tengo mi trabajo en el juzgado en el que estoy en situación de excedencia y en el que ganaría más dinero si me dedicara a ello en lugar de a la política.
- ¿Se considera usted feminista?
- Si ser feminista es luchar por la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres, sí, porque parece que esa es la definición, ¿no? Ahora, no me encontrará nadie detrás de una pancarta gritando contra nadie. Me encontrarán las mujeres a su lado corriendo juntas en esta carrera de fondo que es la igualdad real. Yo tengo 40 años y llevo desde los 23 que entré en el juzgado luchando por los derechos de las mujeres porque como abogada me dedicaba al servicio jurídico de mujeres maltratadas. Queda mucho por hacer y por supuesto que pienso que todavía tenemos que combatir esta lacra social. Pero creo que la solución tiene una palabra en mayúsculas y se llama educación, creo que tenemos que hacer mucho hincapié en la educación, tanto en las casas con la corresponsabilidad y la educación en igualdad, como en los colegios. Tenemos que inculcar valores como el de la igualdad que esta sociedad ha perdido.
- ¿O sea que está de acuerdo con que la igualdad debe promoverse también desde las aulas?
- Desde las casas y desde las aulas, sí. Estos días oía a Irene Montero con una propuesta de una educación feminista. Creo que la educación debe ser en valores, no solo hablar de la igualdad, sino de la tolerancia, del esfuerzo, del respeto, de la paz, del amor, creo que son valores que en esta sociedad cada vez faltan más, no sé si porque tenemos menos tiempo porque vamos más rápido, pero creo que a la sociedad le faltan valores. La educación pasa por las familias, pero creo que esa ayuda en los colegios inculcándoles valores es necesaria.
- Sin embargo, no ve bien proyectos como l’Escola Canta, que ha criticado con dureza.
- Me gusta que se enseñe a los niños a través de la música. Creo que el proyecto es bueno, lo que no me gusta es la manipulación del proyecto. Que los niños aprendan valores a través de la música es muy bueno, y además con nuestra fantástica banda municipal.
- ¿En qué sentido cree que se ha manipulado?
- Fueron polémicas mis declaraciones y es verdad que a lo mejor me pasé de frenada. Cuando te pasas de frenada no eres creíble, pero a mí no me gusta. A ver, ¿por qué el hada tiene que ser morada y no rosa?, ¿por qué el hada tiene que ser de els verds y no dels blaus? Parecía que se está induciendo a los niños a pensar en una determinada dirección y yo quiero que los niños sean libres, igual que los padres para elegir la educación de sus hijos.