CASTELLÓ. La Cámara de Comercio de Castellón ha tramitado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que afectará al 75% de su plantilla mientras dure la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Se trata de una medida tan inédita como drástica que obligará a su sede central de Castelló a centralizar todos los servicios de la institución ya que, por motivos del estado de alarma, se ha visto obligada a cerrar todas sus antenas, salvo la de la Vall d'Uixó -que de momento trabaja a medio gas- así como su vivero de empresas situado en Vila-real, a día de hoy sin servicio.
El ERTE hará que los servicios de Cámara pivoten por un periodo máximo de tres meses sobre una plantilla de apenas once trabajadores, que serán los encargados de atender a los usuarios de la entidad en cada uno de aquellos departamentos que permanecen activos, siempre tomando en consideración las medidas de protección y prevención que recomiendan las autoridades sanitarias, según fuentes internas de la institución.
La idea que mantiene la Cámara es prolongar esta situación hasta que la situación se normalice y se levante el actual estado de alarma que vive el país a consecuencia de la alerta sanitaria. También se plantea la posibilidad de que este ERTE afecte de manera alternativa al conjunto de los trabajadores atendiendo a las necesidades de la propia institución y lo servicios que viene prestando.
Las áreas más afectadas corresponden a las que tienen que ver con su departamento de formación, por el cierre de aulas y de oficinas alquiladas a diversas empresas, aunque el resto de servicios se mantienen activos, especialmente en lo que concierne a la exportación, para lo que se ha habilitado un nuevo espacio provisto de mamparas que protegen tanto a los trabajadores como las visitas, entre las que se encuentran el personal de mensajería.