CASTELLÓ. El PP y Vox, socios de gobierno en el Ayuntamiento de Castelló, dejan en stand-by el cambio del callejero para recuperar algunas calles consideradas por el anterior ejecutivo local, el Acord de Fadrell, como franquistas en aplicación de la ley de Memoria Democrática. El debate sobre la posible restitución de nombres como Lluís Revest, Carlos Fabra o Santos Vivanco queda aparcado al priorizar otros asuntos de ciudad que se consideran más importantes y urgentes. Por ejemplo, la negociación política para encarrilar el presupuesto de 2025, cuya aprobación interna se pretende materializar en septiembre.
Fuentes consultadas señalan que el hecho de aplazar la revisión de algunas calles no significa que el tema se relegue indefinidamente, ya que existe una voluntad manifiesta en el seno del bipartito por reparar "el buen nombre" de determinadas figuras, muy vinculadas con la historia de la capital de la Plana. Basta con repasar las últimas palabras del portavoz municipal, Vicent Sales, cuando fue interpelado por la cuestión. "Los cambios del anterior gobierno se hicieron con una óptica desde el rencor y del revanchismo, alejada totalmente de la concordia entre españoles y del espíritu de la transición. Con esa manera con la que actuaron ellos [Fadrell] no vamos a actuar. Hay personas que inmerecidamente fueron criminalizadas", declaró meses atrás.
Otra cuestión que influye en la decisión de postergar la fiscalización del callejero reside en el incierto futuro de la ley de Concordia, aprobada por el Consell antes de la ruptura de Vox con el PP y que el Gobierno central ya ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Constitucional. Las mismas fuentes consultadas explican que el marco normativo daba cierto amparo para abordar el cambio del callejero, un refugio legal que ahora está un tanto en el aire.
Aunque en distintas ocasiones varios concejales del bipartito han expresado públicamente la intención de revisar los nombres, lo cierto es que en la Concejalía de Cultura no se tiene constancia de ninguna petición para iniciar el expediente. Ni siquiera ha habido una solicitud de informe con vistas a valorar esa posibilidad.
Y es que el departamento que dirige María España es el responsable de incoar el procedimiento. Ya sucedió así en la anterior legislatura cuando su antecesora, Verònica Ruiz (Compromís), firmó el dictamen para proceder a aplicar la ley de Memoria Democrática.
A finales de 2022, el Fadrell culminó la nueva rotulación tras un proceso que duró varios años y que generó fricciones en el seno de la alianza de izquierdas. El PSPV y Compromís discreparon sobre la propuesta elevada por Cultura, en mano de la formación valencianista. De hecho, desde noviembre de 2021 y hasta en tres ocasiones se analizaron y discutieron posibles opciones, sin llegarse a un acuerdo satisfactorio para los grupos. Tras varios meses de debate interno, finalmente se llegó a un consenso en septiembre para eliminar las denominaciones de seis vías consideradas franquistas.
La medida afectó las plazas Herrero Tejedor (ahora Isabel Clara-Simó) y Sánchez Gozalbo (Empar Navarro) y a las calles Carlos Fabra (Beatriz Guttmann), Traver Tomás (Germà Colom), Cronista Revest (Padre Ricardo) y Santos Vivanco (Joan Fuster). La oposición, especialmente el PP y Vox, siempre se opuso a la decisión y criticó al ejecutivo local por actuar bajo un "criterio ideológico".