CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló espera una orden de la Generalitat Valenciana para sumar nuevos actos a la próxima Magdalena. Después de la polémica suscitada entre el món de la festa y entre los vecinos y quienes se desplazan a la ciudad para disfrutar de la setmana gran castellonera tras la decisión municipal de no programar determinados actos, como conciertos, carpas ni mesones, en el consistorio no cierran aún la puerta a ampliar los eventos en aquellos aspectos que la pandemia permita.
Concretamente, en el equipo de gobierno castellonense están a la espera de que la Conselleria de Sanidad establezca un protocolo con las recomendaciones sanitarias y unifique así el marco en el que celebrar la Magdalena y las Fallas que, como sucede muchos años, coinciden prácticamente también en este. De hecho, este fue uno de los puntos que la alcaldesa Amparo Marco trasladó al president de la Generalitat, Ximo Puig, en la reunión que mantuvieron en València, en la que abordaron también otros temas.
Según comunicó el gabinete de Marco tras la cita, el objetivo de la norma de Sanidad, que se espera para la segunda quincena de este mes, es "que se equiparen las medidas en ciudades como Castelló y València".
No en vano, mientras Castelló se ha autoimpuesto medidas muy restrictivas, en València desde el primer momento la voluntad municipal ha sido mucho más amplia, hasta el punto de que el vicealcalde de València y portavoz municipal, Sergi Campillo, afirmó recientemente tras la Junta de Gobierno local que aprobó las primeras medidas, que el consistorio está trabajando con directrices similares a las de 2019: "El Ayuntamiento está trabajando en unas Fallas normales pero somos conscientes de que, en cualquier momento, la Conselleria de Sanidad puede marcar normas de restricción para espectáculos", dijo.
Así las cosas, y siempre a expensas de la evolución de la pandemia -pero también con la perspectiva de que el Consejo Interterritorial de Sanidad ha reducido las restricciones, entre ellas la obligatoriedad de llevar mascarilla al aire libre, que este martes aprobará el Consejo de Ministros- en Castelló reconocen la posibilidad de sumar nuevos actos.
Para ello hay además un condicionante que se convierte en todo un problema: a falta de poco más de un mes y diez días del inicio de la Magdalena, la capacidad de acción del Ayuntamiento es limitada en todo lo que concierne a grandes eventos, ya que deben salir a licitación y el plazo de adjudicación siempre se prolonga en el tiempo. De ahí que sumar actos modestos y sencillos es más factible.
En este sentido, existe asimismo otro factor: aproximadamente un mes antes de las fiestas (que comienzan el 19 de marzo) se suele cerrar el plazo para imprimir el llibret con la programación. Aunque ahora esta se puede consultar a través de apps instaladas en los smartphones, no hay que olvidar que la tradición es una parte fundamental de las fiestas.
Así las cosas, la celebración de dos castillos de fuegos, los días 23 y 24, es una posibilidad que está sobre la mesa... y no será la única. Asimismo, la gestión de los espacios de las fiestas, como la ubicación de una zona VIP en el recinto de mascletaes, o incluso de los actos previos, como la imposición de bandas, son aspectos que aún pueden cambiar, señalan fuentes del món de la festa.
Todo esto no lo abordó el consejo rector del Patronato Municipal de Fiestas que se reunió este lunes en Castelló, que se limitó a aprobar el pago de los eventos pirotécnicos de 2020, que no se llegaron a celebrar y cuya gestión critica el PP. Pero las reuniones para seguir abordando las próximas Fiestas de la Magdalena serán a partir de ahora una constante. Para este mismo martes ya hay prevista otra.