CASTELLÓ. Al Acord de Fadrell le empiezan a salir las cuentas con el Plan General (PG) de Castelló. La más que posible aprobación en julio de la declaración ambiental y territorial estratégica (lo que se conoce como Date) de la parte Estructural (PGE) supone un punto de inflexión en la compleja tramitación administrativa. Es más, permite trazar una hoja de ruta para conseguir que la capital de la Plana tenga un marco jurídico sólido antes del 1 de abril de 2021, fecha en que acaba la prórroga de las normas transitorias de urgencia.
El equipo de gobierno pretende meter en el mismo pack el doble proceso urbanístico para acortar los plazos. El PG se compone de dos grandes documentos. El citado PGE, que plasma el modelo de ciudad, incorporando estudios paisajísticos o de inundabilidad; y el Plan de Ordenación Pormenorizado (POP), que entra más al detalle, regulando las alturas de los edificios y diseñando los espacios públicos, entre otras cuestiones técnicas. Ambos están íntimamente ligados. Para que avance el segundo, resulta indispensable que lo haga el primero.
Sin embargo, el Fadrell aspira a aunar el itinerario de los dos con el propósito de que a finales de año o principios del siguiente, la aprobación del Plan General solo dependa de una única administración, esto es, del consistorio y no de varias instituciones, como ocurre ahora.
Todo pasa, empero, por disponer de la evaluación ambiental antes del verano. Si se cumple esa premisa, como así prevé la Conselleria de Transición Ecológica, entonces el procedimiento cogerá mayor velocidad. "A partir de que nos llegue esa declaración, lo que haremos es adaptar el Plan General a lo que marque la Date, siempre que haya que ajustar algo, claro", explica el concejal de Urbanismo, Rafa Simó.
Independientemente de que se hagan o no modificaciones, habrá una segunda exposición pública de 20 días hábiles. La resolución de las alegaciones obligará a celebrar un pleno para su aceptación, como paso previo a la remisión del documento a Obras Públicas, que lo avalará en última instancia.
En este punto de la farragosa tramitación, todavía será necesaria una nueva sesión plenaria para, con el asentimiento de la Conselleria, validar definitivamente la parte Estructural. Y es en esta fase en la que el Fadrell ambiciona resolver las correcciones del pormenorizado, pendientes de la anterior legislatura.
Si el tripartito logra aunar las dos aprobaciones, habrá ganado un tiempo crucial, teniendo en cuenta que, con el PGE cerrado, el POP solo dependerá de la diligencia del propio equipo de gobierno.
"Aunque estamos en la recta final, nada es sencillo en la aprobación de un planteamiento urbanístico", precisa Simó. "Es una buena noticia que la Date pueda pasar en la próxima comisión territorial, pero hay que ir poco a poco", insiste.
El Ayuntamiento de Castelló lleva con el Plan General desde 2015. Para llegar al momento actual, tuvo que impeler en noviembre de 2016 un proceso de participación ciudadana, con 17 reuniones abiertas, 1.300 asistentes y más de 368 encuestas realizadas. Esa extensa etapa de consultas públicas derivó posteriormente en la redacción de los documentos esenciales del PG. Una vez elaborados, comenzó la eterna diligencia administrativa, que abarca ya dos mandatos.