CASTELLÓ. Las obras de remodelación del Mercat de Sant Antoni comenzarán el próximo 22 de julio, dentro de la estrategia del gobierno municipal de dinamización comercial con actuaciones en todos los mercados municipales. La alcaldesa, Begoña Carrasco, ya mantuvo una primera reunión con los vendedores del Mercado de San Antonio en el mes de mayo, para informarles de las obras de mejora en la instalación. "Desde entonces hemos trabajado de su mano atendiendo las peticiones de quienes van a ser los primeros beneficiados de la renovación de este emblemático espacio de comercio tradicional. Se ha avanzado mucho y la semana que viene empezarán los trabajos haciendo compatible en todo momento la venta con los trabajos de mejora, que fue la principal petición que nos trasladaron", ha manifestado.
El concejal de Comercio, Alberto Vidal, que ha formado parte de las reuniones de trabajo que se han ido sucediendo ha destacado que en la última reunión "los vendedores han sido informados de los plazos de ejecución de los trabajos, que pretenden finalizar antes de la campaña de Navidad, como era petición de los vendedores para aprovechar al máximo esta época tradicional de ventas". La modernización y mejora del emblemático mercado, ubicado en la ronda Magdalena, comenzará el lunes, día 22 de julio, y, pese a las obras, el espacio compatibilizará obras y venta contando con las máximas garantías de seguridad para todos. De esta manera la reforma no implica en ningún caso el cierre de la instalación.
Por su parte, el concejal de Infraestructuras, Sergio Toledo, ha señalado que la reforma "permitirá adaptar este mercado a las necesidades y condiciones de eficiencia energética, accesibilidad y seguridad propias del siglo XXI, mejorando la experiencia tanto para clientes como para los propios vendedores y abriéndolo a nuevos usos de tipo gastronómico que puedan atraer otro tipo de clientes y turistas".
El presupuesto de estas obras es de 400.402 euros, procedentes de fondos europeos, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. "Acometemos esta reforma de la mano de los vendedores, para ellos era fundamental compatibilizar las obras con la venta con el fin de no perder oportunidades de negocio y siempre con las máximas garantías de seguridad y es lo que hemos primado", ha manifestado Vidal. No obstante, "algunos puestos cerrarán solo los días que sus vendedores estén de vacaciones. Se trata de unos trabajos para lograr, en definitiva, una revitalización de este espacio tradicional de compras que tiene una clientela fiel y que da vida al barrio", ha puntualizado.
Uno de los atractivos de la reforma es que el exterior contará con una celosía de cerámica que lo hará más atractivo, así como también se renovará todo el pavimento con gres porcelánico. El mercado tendrá, tras las obras, 10 puestos de venta, una zona de degustación, baños adaptados, y cuarto destinado a limpieza y residuos.
"También se va a modificar el interior, con la principal novedad de que cada puesto va a contar con un espacio individualizado, pudiéndose cerrar con una persiana para cada punto de venta. Esto permitirá que puedan trabajar en franjas horarias distintas sin interferir la apertura de unos u otros", ha explicado Toledo.
Los mercados son puntos de encuentro de los castellonenses, el de Sant Antoni abrió sus puertas a principios de los años 60, con esta reforma el gobierno municipal pretende aumentar su atractivo y potenciar la dinamización del comercio en los barrios para seguir dando vida a la ciudad.