Transición Ecológica trabaja para que la recuperación adquiera velocidad antes de 2023

Castelló proyecta movilizar 5.000 parcelas abandonadas con el plan de reactivación agraria

10/10/2021 - 

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló proyecta movilizar alrededor de 5.000 parcelas abandonadas con el plan de reactivación agraria. Aunque se trata de un desafío mayúsculo, teniendo en cuenta que las fincas suman 1.859 hectáreas, la Concejalía de Transición Ecológica trabaja para que esa recuperación adquiera velocidad en lo que queda de legislatura y culmine en el siguiente mandato.

El principal objetivo del programa rural estriba en mejorar el rendimiento del sector primario y añadir valor añadido con cultivos ecológicos o respetuosos con el medio ambiente. Asimismo, se pretende acortar la cadena de distribución, de manera que propicie precios justos al agricultor con canales cortos de comercialización.

En la alianza entre economía y medioambiente juega un papel esencial el acceso y la propiedad del suelo agrícola. De ahí la necesidad de dinamizar el banco de tierras, incentivando la cesión y el arrendamiento de los campos improductivos. En este contexto, la aprobación de una ordenanza ex profeso resulta fundamental para simplificar el procedimiento de alquiler de propiedades rústicas con la mediación del consistorio y con un índice de precios que evite la especulación.

Paralelamente, el plan de reactivación aboga por fomentar la comercialización de los productos de proximidad. No solo se trata de incorporar ese género en los mercados no sedentarios de Castelló, sino también de celebrar ferias propias. Del mismo modo, se apuesta por establecer acuerdos de colaboración con el Mercat Central y el de Abastos para estudiar la posibilidad de reservar espacios específicos para la venta directa de los productores locales.

Intercambio de experiencias

Un tercer pilar del proyecto agrario está relacionado con el intercambio de experiencias para mejorar el rendimiento de las fincas. En este sentido, se considera imperativo crear cursos de formación, así como habilitar una finca experimental que ayude a la innovación en la producción.

Para que la movilización de las 5.000 parcelas resulte un éxito, Transición Ecológica pone el foco en los ecosistemas de la agricultura. En concreto, destaca la puesta en valor de la biodiversidad. En consecuencia, plantea impeler ayudas económicas para inclinar la balanza del lado de la producción ecológica. Una manera de promover esos cambios en los cultivos es el certificado de calidad medioambiental.

En la actualidad, Castelló tiene prácticamente tantas hectáreas de fincas rústicas abandonadas como en uso agrícola. Según el informe de Buscatierras, 1.859 ha del término municipal están degradadas frente a 2.583 ha cultivables. La comparativa resulta todavía más significativa si se extrapola al número de parcelas. La cantidad de terrenos descuidados (4.988) supera ampliamente aquellos con producción (3.206).  

Noticias relacionadas

next