Castelló actualiza el protocolo municipal para agilizar y simplificar las denuncias por acoso

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló actualiza el protocolo municipal para agilizar y simplificar las denuncias por acoso laboral. A la espera de disponer de una nueva normativa, que se encuentra en estos momentos en trámite de estudio, el equipo de gobierno propone aprobar lo que se conoce como una instrucción de tramitación, esto es, regularizar de manera eventual el procedimiento, adaptándolo al actual marco legal.

Lo que se pretende con el documento es arbitrar nuevas herramientas que mejoren el amparo de los funcionarios, potenciando además la prevención y protección frente a situaciones de hostigamiento psicológico (mobbing) y por razón de sexo. Así se recoge en la disposición de Recursos Humanos y Riegos Laborales, que considera imperativo actualizar el protocolo municipal aprobado por acuerdo de la Junta de Gobierno Local en sesión celebrada el 28 de febrero de 2014.

La instrucción busca, por un lado, establecer la aplicación directa del procedimiento de actuación de la Administración General del Estado y, por otro, redimensionar la evaluación técnica de las denuncias por presunto acoso en un entorno laboral. En este sentido, más allá de reducir la judicialización de los conflictos, el objetivo estriba en evitar las denuncias falsas. De ahí que se considere prioritario incluir una declaración responsable en el modelo de activación del protocolo. 

Ese documento advierte que, en caso de formularse acusaciones infundadas o de mala fe, se presupone la intención de desacreditar laboralmente a la persona denunciada, por lo que se deja abierta la posibilidad de incoar un expediente disciplinario. Todo ello sin perjuicio  de las acciones judiciales penales por injurias o calumnias.

Tipos de acoso

El acoso psicológico tiene muchas modalidades y puede dirigirse contra una persona por causas como su edad, orientación sexual o discapacidad psíquica o física. Según el protocolo de 2014, esa persecución se lleva a cabo mediante acciones, conductas o comportamientos ofensivos o degradantes. El receptor experimenta amenazas, humillaciones e intimidaciones.

El atosigamiento sexual implica cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo. Así lo recoge el artículo 7.1 de la ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Actualmente, para alertar sobre un episodio de acoso en el Ayuntamiento, el afectado debe presentar una queja interna, lo que deriva en la apertura de un sumario que no siempre avanza con la celeridad deseada. Eso genera una situación de indefensión, que el ejecutivo local persigue combatir con medidas pioneras, en la línea del reciente acuerdo laboral y el convenio colectivo, que introduce el permiso menstrual como gran novedad, siendo una referencia a nivel nacional.