CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló ha dado este jueves el último paso previo a la licitación del nuevo servicio de transporte urbano de la ciudad, conocido como Tucs. La Junta de Gobierno Local ha aprobado de forma definitiva el proyecto de la concesión después de resolver las más de 50 alegaciones presentadas durante la fase de exposición pública y de incorporar las observaciones de la Generalitat Valenciana. Así, el documento fija el modelo del transporte colectivo en la capital de la Plana con un contrato valorado en más de 187 millones de euros para la próxima década. Concretamente, el documento prevé una reestructuración del sistema actual mediante el aumento de 19 a 22 líneas, la creación de dos rutas nocturnas nuevas y la integración de la ruta de la Marjalería, que dejará de prestarse de forma estacional para operar durante todo el año.

Además, el proyecto apunta a una reducción general de las frecuencias hasta situarlas entre los 15 y 20 minutos, con refuerzos durante las horas punta y los fines de semana y servicios especiales con motivo de conciertos, fiestas o los días de partido del CD Castellón en el Skyfi Castalia. Por otro lado, en materia ambiental, el nuevo contrato incluye la renovación progresiva de la flota con el objetivo de eliminar los autocares de combustión fósil. A tal efecto, la primera sustitución se producirá en el segundo año del contrato, con la incorporación de 16 nuevos autobuses híbridos, a los que seguirán vehículos 100% eléctricos una vez se habilite la futura campa municipal de cocheras, en la calle Alemania, que la adjudicataria deberá construir en un plazo de dos años.

Digitalización y renumeración de líneas

El proyecto del nuevo transporte público de Castelló contempla también la incorporación de medidas para la digitalización del servicio. En este sentido, las personas usuarias podrán pagar a través de la tarjeta bancaria o del móvil, planificar rutas en tiempo real y consultar la ubicación de los autobuses mediante una nueva aplicación y página web. Asimismo, el sistema contará con videovigilancia a bordo, una oficina de atención presencial y un cuadro de mando conectado en tiempo real con la flota para controlar datos de ocupación, tiempos y recorrido. Según avanzó el concejal del área, Cristian Ramírez, este miércoles durante la sesión del Foro de Movilidad, el consistorio planea licitar la concesión "antes de que finalice el año". En efecto, a tenor de los tiempos previstos, el Ayuntamiento busca poner en marcha el nuevo contrato a lo largo de 2026.

Durante la fase de información pública se presentaron un total de 52 alegaciones, entre ellas las de Compromís, el PSPV y la Associació Valenciana pel Transport Públic, que reclamaron mejoras en frecuencias, accesibilidad o coordinación con otros servicios. Del total de peticiones, el proyecto definitivo ha estimado totalmente cuatro de ellas, en relación a la ampliación del número de aseos para el personal de servicios o la renumeración de líneas como la del Grau, que pasará a denominarse Línea 14, o las rutas a demanda a las urbanizaciones de montaña y los grupos del sur, que serán las líneas 20 y 21, respectivamente. Por su parte, la Generalitat emitió un informe favorable, en el que exigía ajustar el uso de la plataforma del Tram o detallar las medidas de accesibilidad universal, aspectos que el Ayuntamiento ha incorporado al texto definitivo.