CASTELLÓ. Los desahucios de vivendas por impagos de hipotecas han descendido a la mitad en dos años en Castellón y han bajado de los 447 de 2022 hasta los 275 en 2024. De hecho, la provincia registra el tercer descenso consecutivo anual en ejecuciones hipotecarias, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística.
Castellón experimentó el último incremento en 2021, cuando sumó 845 desahucios de pisos por no hacer frente a la hipoteca. En los años precedentes, las ejecuciones por hipotecas alcanzaron las 2.121 en 2014, 1.977 en 2015 y 2.020 en 2016. Hasta 2019 superaban el millar al año, en 2020 descendieron hasta 733 y en 2021 volvieron a repuntar. Desde entonces han caído en picado y en 2024 las ejecuciones se redujeron un 3% respecto a 2023.
Expertos consultados exponen que el momento culmen de los desahucios se produjo tras el estallido del 'boom' del ladrillo y que esta circunstancia derivó a muchos propietarios afectados al mercado del alquiler, de ahí que recuerdan que ahora la problemática por impagos se ha derivado al alquiler. Iñaki Vallejo, asesor de mediaciones hipotecarias y vinculado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), explica que en estos momentos se negocian más daciones en pago o daciones con derecho al alquier social y remarca que algunas ejecuciones provienen de procesos de 2014.
También menciona la legislación existente que protege situaciones de vulnerabilidad, que frena desahucios en los hogares con bajos ingresos que carezcan de una alternativa habitacional, un hecho que "obliga a llegar a un acuerdo antes de que se lleve a cabo la ejecución hipotecaria".
Al mismo tiempo, esta mejora coincide en un contexto de crecimiento económico y de empleo que se ha traducido en materia de vivienda en una recuperación de las compraventas. En esta línea, Castellón vuelve en este caso a números de la etapa de 'boom' inmobiliario. Asimismo, las hipotecas sobre vivienda volvieron a crecer en 13,25% en 2024 en relación al año anterior tras caer en 2024. Un ascenso empujado por la reducción de los tipos de interés.
Una tendencia que se repite en el territorio español
Por su parte, el conjunto de España registró 10.713 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, disminuyendo un 4,3% los desahucios de primera propiedad. Además, el 9,5% de las ejecuciones hipotecarias fueron sobre viviendas nuevas y el 90,5% sobre pisos de segunda mano. en esta línea, en viviendas nuevas los casos disminuyeron un 0,7% respecto al año anterior y los de usadas un 4,1%.