CASTELLÓ. Hablar de salud mental no siempre es fácil. Más bien todo lo contrario. Es un tema que, hoy en día, para muchas personas todavía sigue siendo tabú. No para La Maria. La artista, que pasó hace 10 años por una situación complicada y salió adelante gracias a su trabajo y al de su psicóloga, canta ahora para "acompañar a todas aquellas personas que están viviendo un proceso similar".
'Robina' es, tras 'L'Assumpció' (2023), el segúndo álbum de la de Oliva, uno compuesto por 12 canciones y que "narra el proceso de curación que pueden tener las personas acompañadas de terapia psicológica", explica a Castellón Plaza. "Nos venden la salud mental como una cosa positiva, como un proceso sencillo que puedes reparar simplemente yendo a terapia y, la verdad, es que el camino es mucho más largo y oscuro", sigue.
Ahora llega a la Vall d'Uixó, concretamente a les Coves de Sant Josep, lugar en el que la cantante interpretará los temas que componen 'Robina' este domingo 18 de mayo a las 20:00 dentro del ciclo Singin' in the Cave. "Va a ser un concierto muy íntimo y bonito, en acústico y en el que será muy importante la propia resonancia de la cueva. Tenemos muchísimas ganas", asegura en la presente entrevista.
-El 28 de febrero salió a la luz 'Robina', tu segundo álbum. ¿De dónde nace?
-Es un disco que narra el proceso de curación que pueden tener las personas acompañadas, en este caso, de terapia psicológica. Muestra la realidad, tanto la parte buena como la mala. También la parte, por decirlo de alguna forma, más vergonzosa, pues hay mucha gente que llega a sentirse mal o incómoda al reconocer abiertamente que está pasando por la situación.
-Es un disco en el que tratas temas como el amor, el desamor pero, sobre todo, la salud mental. ¿Son tus letras una forma de apoyar a todas aquellas personas que están pasando por momentos de debilidad?
-Sí. La verdad es que yo, este año, hace 10 que empecé con la terapia y el disco es también una especie de aniversario. Al principio, no sabía muy bien como afrontarlo, si celebrarlo o simplemente tenerlo ahí en mente y ya está. También esperaba que 'Robina' ayudara a acompañar a todas esas personas que están viviendo el proceso y creo que lo he conseguido. Nos venden la salud mental como una cosa positiva, como un proceso sencillo que puedes reparar simplemente yendo a terapia y, la verdad, es que el camino hacia la curación es mucho más duro que eso, es muy largo y oscuro.
-¿Crees que socialmente hemos avanzado en términos de salud mental, que ya no es un tema tabú? ¿O queda mucho camino aún por recorrer?
-Pienso que se ha avanzado muchísimo. De hecho, recuerdo que cuando iba a terapia no lo hablaba con nadie. Hasta me sorprendió que, mis padres, por la generación de la que son, me propusieran el hecho de ir, pues es mucha la gente de edad similar que no la ven como un método científico que está comprobado que funciona y que no es algo, como se suele decir, de 'personas locas'. En estos 10 años sí que he visto un cambio de perspectiva. El tema se trata con muchísima más naturalidad, ya no ves caras raras cuando lo comentas ni me siento una 'loca' por haber ido.

Foto: LURDES BASOLI
-'¿Robina' ha sido también una forma de cerrar heridas del pasado que aún continúan abiertas? Pueden apreciarse letras que son tan sinceras como duras, es un álbum muy emocional.
-Sí. Al final, todos tenemos nuestras heridas internas, heridas que normalmente vienen de la infancia. Yo intento ocuparme de ellas y trabajarlas para que no me hieran en el presente y no se reabran. Sin embargo, hay veces que, inevitablemente y por las cosas que nos pasan, se vuelven a abrir. Las personas somos libros abiertos y somos memorias y cualquier cosa habitual puede hacer que afloren miedos que creíamos enterrados. Ahí es donde radica la verdadera importancia de la salud mental en el día a día.
- Y qué mejor método que la música para visibilizar la salud mental, para cuidarse a uno mismo y para ayudar a mantener cerradas estas heridas de las que hablamos, ¿no?
-La música es un salvoconducto para todo. Ya vimos como recurrió la gente a ella tras la DANA. La música no te abandona nunca. Para las personas que la vivimos o la trabajamos es una autoterapia. La música y sus géneros son excelentes compañeros de viaje, compañeros en los que te apoyas tanto en los procesos negativos como positivos de la vida.
-Este es un disco en el que combinas la música tradicional valenciana con la electrónica y en el que, por lo tanto, podemos encontrar estilos de canciones bastante diversos, ¿no?
-Las canciones que componen 'Robina' son como las emociones, diversas y diferentes. Los procesos de una persona van cambiando o, al menos, yo lo he vivido siempre así. A mí la música me gusta toda, me hace muy feliz y creo que el disco refleja bastante bien lo que soy y muestra distintas formas de tratar los géneros.
-¿Qué cambios va a poder apreciar el público si compara tu primer álbum, 'L'assumpció' (2023), con este segundo? Te hablo tanto a nivel de estilo musical como de evolución tuya como artista.
-Ha habido un cambio muy grande. Por un lado, de aprendizaje musical. Yo era y he sido músico desde siempre, pero cómo trabajar la música es la gran pregunta que nos hacemos todos. Para esto solo hay un método y no es otro que ir aprendiendo y probando otras cosas. 'L'assumpció' me ha dado esta parte de aprendizaje y 'Robina' me ha servido para madurar a nivel musical y vocal.

Foto: LURDES BASOLI
-Ahora llegas a la Vall d'Uixó para presentar 'Robina', concretamente a les Coves de Sant Josep donde, además, grabaste el videoclip de "Adoració a Robina". Qué forma tan curiosa de rememorar el viaje que ha sido para ti el proceso de creación del álbum, ¿no?
-Me hace muy feliz poder ir. Es un ciclo admirable y que creo que a cualquier artista le hace muchísima ilusión por su propia idiosincrasia. Grabar el videoclip allí también fue algo muy especial y que creo que va a ser algo que recordaré siempre.
-Además, por lo que tengo entendido, va a ser un concierto especial, en acústico y en el que vas a jugar con el eco de la cueva. Todo ello, claro está, mientras navegas por el río encima de una barca. ¿Cómo va a ser y qué esperas de él?
-Pues va a ser un concierto muy íntimo y bonito, en acústico y en el que, como dices, será muy importante la propia resonancia de la cueva. Tenemos muchísimas ganas. Entrar en el mundo del cableado y de la tecnología es también muy chulo, pero a mí me encanta volver al cero, al punto de no tener nada y que puedas moverte y jugar mucho más con el entorno.
-Y respecto al resto de tu gira, ¿qué puedes contar?
-La gira va a ser muy sorprendente, pues vamos a chafar escenarios diferentes como, por ejemplo, el de les Coves de Sant Josep o el del Feslloc, que es un festival muy eléctrico. También estaremos en teatros, auditorios y en Menorca, que es un lugar en el que todavía no hemos estado. Nos hace mucha ilusión tener un directo que pueda adaptarse a tantos lugares distintos.