CASTELLÓ. Comprender, acompañar y actuar. Esta es la base sobre la que Vanessa Amat articula Hirameki, el proyecto con el que se dedica a ayudar en sus procesos educativos a niños y niñas (también a sus familias) de altas capacidades. La docente, a día de hoy, realiza asesorías online a personas de países como Irlanda, Estados Unidos, México, Colombia o Chile y en la sede la empresa, en les Alqueries, lleva a cabo sesiones de enriquecimiento a pequeños de entre 5 y 10 años.
"Todo empezó con el nacimiento de mi primera hija. A medida que iba creciendo e iba desarrollando su personalidad, vi que era una niña muy intensa y eso me llevó a leer sobre alta demanda y alta sensibilidad. Poco a poco me fui informando y decidí llevarla a una psicóloga infantil. La evaluaron y al saber que era de altas capacidades empecé a formarme más en el tema, hacer cursos, apuntarme a congresos y a un máster. En febrero, una vez formada, empecé a divulgar sobre las altas capacidades a través de mis redes sociales hasta que creé una comunidad e inicié las asesorías", explica Amat a Castellón Plaza sobre cómo creó Hirameki.
La docente es quien se dedica en Hirameki a acompañar a las familias, aconsejarlas y orientarlas, pues muchas acuden a ella tras leer sus publicaciones y preguntarse si sus hijos podrían o no ser de altas capacidades. Una vez realizada la asesoría, Amat, si considera que procede, deriva a los padres y sus niños a la psicóloga infantil que trabaja con ella para evaluar al pequeño y obtener una respuesta.
"De momento, yo no soy psicóloga, y es algo que me gusta dejar muy claro. Yo soy docente, madre de dos niñas y experta en altas capacidades. Durante las asesorías con las familias les ayudo a resolver sus dudas y les explico cómo pueden acompañar a sus hijos desde un plano emocional, social y cognitivo, pero no evalúo pues no soy psicóloga y para ello cuento con una excelente profesional que trabaja conmigo", detalla la docente sobre su labor en Hirameki y cómo trata de ayudar a quienes se ponen en sus manos.
Las asesorías permiten a Amat trabajar a distancia con familias de todo el mundo, mientras que de forma presencial acompaña a niños de entre 5 y 10 años en les Alqueries: "Este es un espacio muy enriquecedor para ellos. Aquí trabajamos no solo lo académico, sino también lo cognitivo y lo social. Saben que van a venir, que se van a sentir a gusto y que van a aprender cosas nuevas. Trato de preguntarles mucho por sus intereses y también de potenciar su creatividad y pensamiento divergente", cuenta acerca de cómo apoya a los pequeños de altas capacidades durante las sesiones.
Herramientas para detectar si un niño es de altas capacidades
Antes de entrar en cómo identificar si un niño podría contar o no con dichas cualidades, Amat aporta una definición que ayude a entender qué son las altas capacidades: "Las personas de (que no con) altas capacidades son aquellas que manifiestan un nivel de aptitud situado claramente en el extremo superior, es decir, son personas con una capacidad extraordinaria para razonar y aprender, o que presentan una competencia o rendimiento documentado que los sitúa entre un 10 y un 20% por encima de su grupo normativo en uno o más dominios".
Ahora sí, llegados a este punto, ¿cómo un padre o madre podría detectar si su hijo es de altas capacidades? La docente lo primero que busca dejar claro (tirando de ironía) es que no son niños "que brillen en la oscuridad ni que cuenten con ningún rasgo físico que los haga diferentes", pero sí describe que actitudes como "razonamientos, vocabulario, intereses o preguntas impropias de la edad, una sensibilidad muy desarrollada y marcada hasta el punto de tener desbordes que podrían parecer desproporcionadas o pequeños que manifiesten sentirse muy diferentes a los demás" podrían ser indicadores de altas capacidades, por lo que prestar especial atención a estos aspectos podría ayudar a cualquier familia a detectarlo y ponerse cuanto antes a comprender, acompañar y actuar con sus infantes.
