EMPRESAS

El inversor interesado en Frost-trol tantea a exempleados sin haber formalizado su oferta

  • Planta de Frost-Trol en Cabanes.
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VALÈNCIA. Sigue pendiente de resolución el concurso de acreedores de Frost-trol, empresa de Castellón referente de frigoríficos industriales. El inversor interesado en hacerse con la firma de Cabanes ha estado moviendo ficha las últimas semanas para tantear a exempleados de la casa de cara a una posible reapertura. Su intención, tal y como ha manifestado, es poner en marcha la actividad rápidamente si finalmente se queda con la empresa. Sin embargo, lo cierto es que ha estado realizando los contactos con los representantes de los extrabajadores y la preparación de un proceso de preselección sin haber materializado la oferta de compra, al menos por ahora.

La promesa de una propuesta de adquisición por parte de un holding de empresas de capital europeo sigue sin materializarse ante el administrador concursal y el juzgado de lo mercantil de Castellón. El interés, como publicó Castellón Plaza, se ha demostrado en solicitudes de información y reuniones mantenidas para estudiar la viabilidad de la adquisición pero fuentes consultadas por este diario señalan que todavía no ha cuajado en una oferta en firme, al menos hasta el pasado viernes.

Una de las ideas que estudian los inversores es recuperar a parte de la plantilla, que fue despedida al completo a través de varios expedientes de regulación de empleo (ERE). En total, la empresa rescindió el contrato laboral con cerca de 300 trabajadores, de los cuales 133 salieron en mayo de este año, antes de entrar en concurso de acreedores. En ese sentido, explican las fuentes consultadas, el plan del holding consistiría en recuperar a esa parte de la plantilla en los primeros meses de actividad: unos 60 antes de finalizar el año, y el resto en los primeros meses de 2026.

"Al final, ellos no tienen experiencia en este sector y necesitan mano de obra que conozca cómo se trabaja", aseguran a este diario fuentes conocedoras del proceso. Para cumplir con esta reactivación exprés, hace varias semanas los inversores ya trasladaron a los exempleados su interés y pusieron a su disposición un correo electrónico para que remitieran sus currículums. Incluso estarían preparando un proceso de preselección presencial a partir de este primer contacto telemático. "Muchos querrían volver a la empresa", según reconocen las fuentes consultadas, aunque admiten que "otros muchos ya han conseguido otro trabajo", por lo que será más difícil su recuperación.

Con todo, y pese al empuje inicial mostrado por el grupo inversor, cuya identidad se mantiene todavía en el anonimato, el hecho de que hasta el viernes pasado todavía no se hubiera formalizado la oferta ha levantado algunas dudas. Así pues, se está a la espera de que se concrete el plan de adquisición ante el administrador concursal. La previsión era que lo hiciera a lo largo de este mes, por lo que todavía estaría dentro del plazo. A partir de aquí, el juzgado valoraría la oferta y abriría un periodo de exposición pública, tal como marca la legislación, para que puedan presentarse otras ofertas. Este proceso se dilataría aproximadamente un mes y, más tarde, debería seleccionarse la mejor propuesta.

El fraude que llevó al concurso a Frost-trol

La operación, si llega a buen puerto, incluiría la unidad productiva -que ocupa una superficie de 52.000 metros cuadrados- junto con parte del pasivo vinculado a entidades financieras, la Seguridad Social y Hacienda, y con los trabajadores -la plantilla demandó a la empresa ante los juzgados por los impagos y buscan que la rescisión de sus contratos se consideren despidos improcedentes-, pero según explican las fuentes consultadas, no tendría en mente asumir las deudas con los proveedores.

El grupo inversor valora la trayectoria de la empresa de Cabanes, que cuenta con 65 años de historia y que en 2024 tenía pedidos valorados en 45 millones de euros. Antes de 2010 llegó a emplear a 500 personas y estaba considerada un referente internacional en el sector de los frigoríficos industriales y comerciales, con sedes en París, Dubái y México. De hecho, los activos de la unidad productiva y la sólida cartera de clientes se presentan como un importante aliciente para propiciar la entrada de nuevos inversores.

Conviene recordar que el cierre de Frost-trol no se debió a falta de actividad, sino a un fraude interno detectado en 2021, que generó un impacto de 14 millones de euros en existencias. La fábrica solicitó financiación para cubrir los 14 millones con la idea de devolverla con la venta de producción. Pero 2022 fue un año malo por el aumento de costes por la guerra de Ucrania, y en 2023 la cifra de negocio siguió bajando, concretamente, un 2%, pasando de 46,7 a 45,7 millones de euros. Las pérdidas en 2022 fueron de 8,3 millones y en 2023 de 4,6 millones. Esta situación provocó un déficit de circulante que impidió cumplir con los proveedores, lo que llevó a la empresa a 2025 a una situación límite, despidiendo a la plantilla y acogiéndose a un concurso de acreedores.

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