CASTELLÓ. La compraventa de viviendas en la provincia de Castellón registró en octubre de 2025 un ajuste interanual del 8,7%, con un total de 1.181 operaciones, frente a las 1.294 contabilizadas en el mismo mes del año pasado, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El descenso modera la línea alcista de los últimos meses, aunque no altera el balance claramente positivo que acumula el mercado inmobiliario en lo que va de año, que entre enero y octubre ha crecido un 14% respecto al mismo período de 2024 por el tirón que mantiene la adquisición de inmuebles de segunda mano.
El retroceso de octubre se concentra de forma casi exclusiva en la vivienda nueva, un segmento especialmente sensible al calendario de entregas de promociones y al lento avance de un mercado que comienza a despertar después de un importante letargo tras la crisis inmobiliaria de 2008. Las operaciones sobre obra nueva se redujeron de 264 a 158, lo que supone una caída interanual del 40,2%. En cambio, la vivienda usada mantuvo prácticamente intacto su nivel de actividad, con 1.023 compraventas, apenas siete menos que en octubre de 2024 (-0,7%), consolidándose como el principal sostén del mercado provincial.
También por régimen, la corrección fue desigual. La vivienda libre descendió un 5,7%, mientras que la protegida volvió a mostrar un comportamiento muy irregular, con 33 operaciones, frente a las 77 de un año antes, un ajuste del 57,1% que confirma el carácter residual de este segmento en Castellón.
En cuanto al descenso interanual, en septiembre ya se vieron los primeros signos de esta moderación. El mes se cerró en la provincia con 1.367 operaciones de compraventa de viviendas, apenas un 1,4% menos que en el mismo mes de 2024, según el INE. Pese a este ligero ajuste, el mercado inmobiliario provincial siguió mostrando una actividad elevada, claramente por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Pese a este frenazo puntual, el balance acumulado de 2025 dibuja un escenario de gran dinamismo en la compra de vivienda. Entre enero y octubre de 2025, la provincia suma 12.063 compraventas, frente a las 10.580 registradas en el mismo periodo de 2024, lo que se traduce en un incremento del 14%. El crecimiento se apoya principalmente en la vivienda de segunda mano, que acumula un avance cercano al 16% interanual, mientras que la vivienda nueva también mejora el resultado del año anterior, aunque con una evolución mucho más irregular.
Así las cosas, a pesar de la corrección de la tendencia en octubre, la demanda sigue mostrando fortaleza, impulsada en buena medida por la compra de vivienda como valor refugio e inversión, en un contexto en el que la rentabilidad del alquiler continúa superando a la de otros activos financieros tradicionales. A ello se suma una tendencia constatada por los expertos del sector: ante unos alquileres en máximos históricos, muchas familias están regresando a la compra, algo que no ocurría desde antes de la crisis inmobiliaria. La caída de los tipos de interés en el último año y las cuotas hipotecarias, en algunos casos inferiores al alquiler, han vuelto a equilibrar la balanza.
Además, el elevado peso de las operaciones sin financiación bancaria, que en septiembre superó el 47%, aporta resiliencia al mercado. No obstante, esta misma presión inversora sigue tensionando los precios en los tramos más asequibles y dificultando el acceso a la vivienda a las rentas medias.
Con todo, el mercado inmobiliario de Castellón afronta el último tramo de 2025 con un volumen de actividad claramente superior al de 2024, aunque empieza a mostrar señales de ajuste selectivo tras varios trimestres de fuerte dinamismo. El comportamiento de la vivienda nueva y la evolución de la demanda en los próximos meses serán claves para determinar si octubre queda como un episodio aislado o anticipa una etapa de mayor moderación.